El mito es un tesoro que guarda, en forma secreta, parte del tesoro de la sabiduría de la cultura de la humanidad. Con un lenguaje rico en metáforas y alegorías, mediante fábulas y leyendas, oculta la verdad lista a ser develada para que brille a la vista de todos.
El mito contiene valores superiores que nos guían en la vida, incluida la vida política de una determinada sociedad. Sin él no hay tradición política, es una fuente de sabiduría que se transforma en lenguaje racional, es fecundo y creador, es el lenguaje del hombre de las culturas no modernas, pero está presente en las argumentaciones modernas. Parménides dijo: “Mira firmemente a las cosas, aunque lejos, están, sin embargo, presentes en tu mente”.
El mito es el lenguaje original y se transforma a lo largo de la historia en lenguaje de la razón. El mito es el lenguaje de la infancia de la humanidad y en sus preguntas están los cuestionamientos que como sociedad nos seguimos haciendo.
Hans-Georg Gadamer en su obra “Mito y razón” nos dice que: “En vez de ser ridiculizado como mentiras de curas o cuento de viejas, el mito tiene, en relación con la verdad, el valor de ser la voz de un tiempo originario”. Agrega que: “Nietzsche solo dio un pequeño paso hacia adelante cuando, en la << Segunda consideración intempestiva >>, vio en el mito la condición vital de cualquier cultura”.
El mito debe ser respetado y valorado, es más antiguo que la palabra razón, que es moderna. En él habita una forma de comprender el mundo como lo hace hoy la ciencia, por tanto, es necesario tenerlo presente como enseña Parménides.
La alternación en el poder como institución de la democracia e instrumento de paz tiene un pasado mítico. Se puede encontrar en la literatura griega, en sus tragedias, muy en especial, en las obras de Sófocles y Esquilo, y en el mismo Homero en Ilíada.
En Edipo rey y Antígona, Sófocles nos muestra con las consecuencias de la guerra por la negativa de un príncipe a compartir el poder de Tebas con su hermano, luego de que su padre Edipo dejara el cargo. Esquilo, nos muestra la guerra en su tragedia “Los siete contra Tebas”, en la que se narra como ante el incumplimiento del pacto de ejercer por un año el poder como Rey de Tebas por parte de Eteocles, su hermano Polinices arma el ejército argivo e invade a Tebas y ambos fallecen en esa confrontación fratricida.
La alternación en el poder político es una institución milenaria, aparece en el mito y se fortalece en la modernidad. En el mito se narra como causa generadora de malestar en la vida pública, tanto es que conduce a la guerra y a la ruina de los estados.
La alternación en el poder es una institución que permite y fomenta la participación plural en un ambiente de tolerancia y respeto por todas las personas y partidos políticos en el juego democrático para acceder al gobierno, sin exclusión alguna. Justifica la prohibición de la elección indefinida de gobernadores y alcaldes y la prohibición de la reelección presidencial y el periodo limitado de magistrados de altas cortes de justicia.
El mito enseña que no hay nada mejor para la salud y el fortalecimiento de la democracia y la paz que la alternación en el poder. Es fundamento para que las constituciones políticas modernas instituyan que todo poder es o debe ser limitado en su ejercicio en el tiempo, en la materia y en el territorio