Pacho Galán, “Rey del merecumbé”

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



El 4 de octubre se cumplieron ciento diecisiete años del nacimiento de Pacho Galán. Vino al mundo como Francisco De Asís Galán Blanco, en Soledad, población prácticamente absorbida por la ciudad de Barranquilla. Fue cantante, arreglista, compositor y director de orquesta. Aunque generalmente se piensa que fue empírico en el arte musical, Pacho Galán tuvo estudios en academias en sus años de juventud. Comenzó su carrera a los catorce años y se desempeñó en la ejecución de la trompeta y del clarinete, pero también dominaba el violín y el piano.

     Pacho Galán nació en el seno de una familia humilde. Su vena musical le llegó por la rama materna: los Blanco. Perteneció a varias agrupaciones, la Banda Departamental, entre ellas. Fue arreglista y compositor en la orquesta Atlántico Jazz Band. En 1954 formó su agrupación, que cobró renombre sobre todo por la canción ‘Ay, cosita linda’, que ha sido grabada en más de cuatrocientas versiones por músicos de todo el mundo. Pacho Galán creó más de diez ritmos musicales, entre ellos el ‘chiquichá’ y el ‘bambugay’; sin embargo, el más exitoso es el llamado ‘merecumbé’.

     Sobre el merecumbé podrían escribirse muchísimas páginas. En forma, sucinta diremos que es una mezcla de merengue y cumbia. Ese ritmo, sin perder la esencia de sus componentes, causó revuelo cuando apareció en canciones como ‘Ay, cosita linda’, ‘El merecumbé’, ‘Río y mar’, ‘Merecumbé en Bogotá’, ‘Merecumbé del amor’, ‘Cara sucia’ y ‘El brazalete’, que fue grabada después por la Billo’s Caracas Boys como ‘La butifarra de Pacho’. Para componer ‘Ay, cosita linda’, Pacho Galán se inspiró en una hermosa joven, de quien se enamoró, pero ni siquiera llegó a conocer su nombre. Por eso dice en la canción “Anoche, anoche soñé contigo…”. La intérprete estrella de esta composición es Emilia Valencia. Entre tantos otros cantantes de la orquesta de Pacho Galán, recordamos a Tomasito Rodríguez, Alí Pérez, Alberto Alzamora, Esthercita Forero, Estela Lency, Sarita Lascarro, Fernando Barceló, Alci Acosta y Joe Arroyo.

     De las numerosas anécdotas que contaba el compositor soledeño, citemos solo dos. “En una recepción que le hicieron en el Club Los Lagartos al doctor Alberto Lleras Camargo cuando era presidente de la República, el mandatario me dijo: Maestro, toque esa que dice “Ay, cosita linda, mi amor”. Ese día la toqué como nunca y el doctor Lleras rompió el protocolo: sacó a bailar a la señora del presidente del club”. “En otra ocasión, ante el presidente Guillermo León Valencia, me disponía a tocar un vals porque creía que así lo deseaba el mandatario. Este me llamó para decirme: “Vea, maestro Galán, no me vaya a salir usted ahora tocándome el mismo valsecito que me tocan todos. Hágame el favor de tocarme ‘Ahí está la pared’, esa que canta Daniel Santos”.

     En 1958 Pacho Galán tuvo la oportunidad de vincularse a la RCA Víctor de México. Le enviaron un contrato fabuloso, en dólares, para que fuera a vivir al país azteca y allí remplazar a Dámaso Pérez Prado, quien se había venido abajo con su ritmo, el mambo. Pacho Galán prefirió quedarse en Barranquilla para evitarles problemas familiares a los músicos que trabajaban con él.

     Sin que se pretenda establecer un paralelo entre las orquestas de Pacho Galán y la de Lucho Bermúdez, hay que señalar que cuando el nuevo ritmo de Pacho comenzó a causar furor en salones y casetas populares, se pudo percibir un “tufillo” de celo profesional en la actitud del músico de El Carmen de Bolívar, sobre todo en una de sus canciones, que dice: “¡Qué ha pasado con el porro, que ahora es merecumbé, merecumbé, merecumbé!”.

     El talento de Pacho Galán en el arte musical era tal que el compositor no podía contentarse solo con la fusión de merengue, porro y cumbia para desembocar en el merecumbé. Creó, además los siguientes ritmos: la tamborera, el dum-dum, el tuqui-tuqui, el mece-mece, el caminaíto, el ritmo-pa, el ventiaíto, el son patica y la guajira colombiana. Y si se trata de mencionar algunas otras de sus más de cuatrocientas composiciones, agreguemos a las ya mencionadas, ‘Kalamarí’, ‘Caracoleando’, ‘La casa de Fernando’, ‘Quiero amanecer’ y ‘Ay, qué rico amor’.

     Sin duda, siempre estaremos en deuda con los grandes compositores de nuestra tierra. Hoy, por tratarse de un aniversario más del nacimiento de Pacho Galán, esta columna destaca sus méritos y evoca su recuerdo. Pacho Galán murió en Barranquilla el 21 de julio de 1988.



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