Alice Munro, Nobel de literatura 2013

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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Alice Munro es una de las narradoras más destacadas en lengua inglesa. En 2013 fue galardonada con el Premio Nobel de Literatura. Hablemos hoy de esta destacada novelista.

     Si tenemos en cuenta que en la literatura algunos autores de reconocida importancia han creado su propio mundo para mover en él a sus personajes, no debemos sorprendernos al comprobar que Alice Munro haya inventado una zona especial como denominador común para sus relatos. Es una región que llaman ‘Munro Tract’, algo así como el ‘Condado de Munro’, al igual que lo hizo García Márquez con su ‘Macondo’, William Faulkner con ‘Yoknapatawpha’, Juan Carlos Onetti con ‘Santa María’, Juan Rulfo con ‘Comala’ y los pueblos desolados de sus obras, para no citar a V. S. Naipaul y los barrios judíos de Varsovia. Otros narradores crean personajes que aparecen en sus obras como actores principales; es el caso de Álvaro Mutis con su Maqroll; o del cubano Leonardo Padura, con Mario Conde. Son las llamadas sagas, entre las cuales podemos incluir las numerosas obras de Agatha Christie y su acucioso detective Hércules Poirot.

     A Munro, sus primeros años en una granja canadiense la marcaron en forma decisiva y crearon en ella un trasfondo para ambientar sus relatos. Alice Ann Laidlaw (nombre de soltera) nació en Wingham, Ontario, Canadá el 10 de julio de 1931. Se casó en 1951 con James Munro y con él se trasladó a Vancouver, donde manejaron una librería al tiempo que veían crecer a sus tres hijas. Más tarde, en 1976, Alice se casó con Gerald Fremlin y encontró por fin el apoyo definitivo para consolidar su carrera de escritora. Se inició con algunos cuentos desde 1950, pero mantuvo un bajo perfil, a pesar de haber escrito y publicado ‘La vida de las mujeres’ (1971), ‘Las lunas de Júpiter’ (1986), ‘El progreso del amor’, ‘Amistad de juventud’, ‘Secreto a voces’ (1994) y ‘El amor de una mujer generosa’ (1998). En este siglo XXI empezó a ser conocida por los relatos de la colección ‘Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio’ (2001) y por ‘Escapada’ (2004).

     En 2006 publicó ‘La vista desde Castle Rock’, en la cual habla extensamente de su familia y describe las dificultades de sus padres. Para esa fecha insinuaba su retiro de las letras, pero sorprendió a la crítica literaria con ‘Demasiada felicidad’, en 2009. En 2012, publicó otro libro de relatos: ‘Mi vida querida’ (Dear life), centrada en recuerdos personales. La autora afirma: “Son las primeras cosas   -también las más fieles-  que tengo que decir sobre mi propia vida”. Los relatos breves de Munro se basan en las relaciones humanas analizadas a través de la lente de la vida cotidiana. Esta característica ha contribuido a que la consideren ‘la Chejov canadiense’.

     Munro es la decimotercera mujer galardonada con el Premio Nobel. Su universo está poblado, en su mayoría, por protagonistas femeninos. Sin embargo, ella no se considera feminista, sino que ve mucho más complicado introducirse en la mente de un hombre. La Academia sueca la llamó “maestra del relato corto contemporáneo”.

     Por el conjunto de su obra, Munro ha obtenido distinciones importantes; entre ellas, tres veces el Premio literario Governor General’s. En 1998, por su novela ‘Una mujer generosa’, recibió el National Book Critics Circle estadounidense. Otros galardones son: Premio Giller, en 2004. En 2005, en España, recibió el Premio Reino de Redonda. También en España, en 2011 le dieron el Premio Tormenta, por ‘Demasiada felicidad’. La escritora portuguesa Lidia Jorge afirma: “Munro es una novelista capaz de hacer una alianza entre su pasado personal y el ser humano global de una forma extraordinaria. Es capaz de hablar del viaje de la gente a través del mundo”.

     Son palabras de Alice Munro: “Quiero que el lector sienta que las cosas son sorprendentes. No el ‘qué pasa’, sino la forma en que todo sucede”. “Veo la vida como piezas separadas que no acaban de encajar entre sí”. Por su parte, su editora en español, Silvia Querini, define la producción de la escritora como “un universo que muestra la complejidad que está hirviendo debajo de la aparente banalidad”. La escritora canadiense escribió algunos de sus cuentos en Cartagena, Colombia, donde acostumbraba pasar temporadas de descanso.



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