Han pasado más de 10 meses desde que Gustavo Petro asumió el cargo como Jefe de Estado del País, eran muchas las expectativas que se tenían con su gobierno debido a que su hambre de poder no se disimulaba ni por equivocación. Las bases fieles del petrismo festejaron con gran euforia la llegada de su caudillo a Casa de Nariño, viralizando frases como “hasta que la dignidad se haga costumbre”, pero lo que se hizo una costumbre ciudadana fue criticar de forma despectiva la gestión del presidente.
En menos de un año de gobierno, las rajadas y los desaciertos fueron muy palpables para la sociedad, yendo desde despedidas masiva de Ministros hasta filtraciones de audios comprometedores sobre la financiación de su campaña. Es evidente que, a raíz de todo esto, el presidente ha pasado por diferentes crisis de gobernabilidad, donde Colombia lo ha visto escudarse en excusas vacías y sin sentido que, al final, no argumentan las causas de su desgobierno. Es común sentir el sin sabor de la ciudadanía con respecto a la actitud del Primer Mandatario, quién con su demagogia trata de persuadir a los colombianos para que estén a favor de sus errores y continuar con la polarización que nubla la objetividad del país.
Las propuestas prometidas en campaña por el presidente, ya se ven irrealizables a estas alturas, puesto que en mismas palabras de él ya ha dicho que varios cálculos fueron mal hechos y que se le “despiporraron” ciertas políticas públicas que no se van a poder cumplir. Tampoco hay que pasar por alto la bandera de la paz total con la que se eligió, que ya se ha visto diciendo que eso fue un invento de la prensa que él nunca aseguró que se hiciera real. Y si hablamos de paz, su propuesta se ha convertido en una piñata de beneficios para los delincuentes.
Lo más reciente que pudimos ver, fue su ataque a la prensa y los medios, quiénes haciendo respetar su objetividad, no le festejan ni pasan por alto todas las malas jugadas que se han visto desde que fue electo. Al periodismo hay que aplaudirle de gran manera la forma en la que han confrontado a este gobierno y han demostrado el gran poder de opinión que tienen ante la ciudadanía.
Lo cierto es que Colombia, de gobierno no tiene nada y esto se nota desde cualquier arista que se desee ver. Desde la economía, política social, salud y etc. Petro no ha pasado el examen del primer año y eso perjudica al país, per perjudica aún más a sus electores quiénes se ven decepcionados de su pésima gestión.