Hacernos sustentables, hacernos sostenibles

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Saúl Herrera Henríquez

Saúl Herrera Henríquez

Columna: Opinión

e-mail: saulherrera.h@gmail.com



Refiere lo sustentable todo aquello que se puede sustentar o defender con razones; y lo sostenible, lo que se puede sostener; uno y otro, en cuanto a su desarrollo y evolución, lo que es compatible con los recursos de que dispone una región, una sociedad; aserto este último que ha impulsado que la comisión de medio ambiente de las Naciones Unidas haya propuesto un crecimiento económico sostenible, que no agote los recursos naturales ni ponga en peligro la supervivencia del planeta; de ahí que podamos decir que lejos estamos de tener una ciudad y un departamento en dicha ruta, lo que no deja de ser, además de inquietante, preocupante; ya que pasar de decir que somos una ciudad sostenible a demostrarlo, requiere que conozcamos conocer los conceptos sobre desarrollo y sostenibilidad, debiendo en consecuencia avanzar en esfuerzos por mejorar nuestra cultura, enfocarnos en lograr cambios de comportamientos y crecimiento desde la proactividad y productividad consciente.

Sobre la propuesta de una ciudad y departamento sostenibles existen múltiples pronunciamientos, debiendo obligarnos a conocer referentes que ilustran cómo son dichos territorios, que crecen teniendo en cuenta la evaluación de los impactos que generan. Un territorio sostenible debe romper con la carga que entraña el crecimiento tradicional y focalizarse en lo sostenible; no en el sentido estricto de crecimiento económico, sino aprendiendo de los yerros del ayer y sopesando esencialmente las condiciones de las personas y el ambiente, lo que debe impulsarnos a cambiar las formas antiguas de crecimiento, creadoras de crisis económicas, ambientales y sociales.

Interesa también conocer la relación desarrollo y sostenibilidad. Desarrollo, es el paso de un estado negativo a otro positivo, e implica avances en lo cultural, lo social y político; que dependen de los procesos de formación, reflexión, participación, apropiación y movilización presentes en los ecosistemas. Uno y otro, comparten un objetivo en común, asegurar las necesidades relacionadas con el cuidado de la vida. Sostenibilidad, incluye temas de desarrollo; pues ambos tienen que ver con la revisión de los impactos para la generación de opciones de protección y prolongación de los recursos.

Somos un territorio estratégico para el comercio, manejo de costos de transacción, e incluso explotación de recursos naturales y parte fundamental en la economía nacional, pero carecemos de infraestructura, políticas públicas concomitantes, sistemas de salud, gestión ambiental y cultural entre otros aspectos, al no haber sido definidos bajo estructuraciones de sostenibilidad, lo que tiene que reordenarse si queremos ser un territorio sostenible, en lo que se impone la generación de procesos que muestren resultados y mejoras en la gestión económica, social, ambiental y de gobernanza, requiriéndose de mayores inversiones en servicios básicos, desarrollo ambiental y rural, sin evitar los procesos sostenibles y el enfoque integral de desarrollo que debe contener esta visión.

No bastan tener parques, calles, puentes y demás obras de ornato y embellecimiento, sino mejoras prioritarias en lo sustancial; esto es, movilidad, sistema general de alcantarillado, agro sostenible, industria, acceso a educación de calidad, salud al alcance de todos, bienestar y prosperidad general, proyectando sus resultados del corto al largo plazo. Es ir tras cambios y transformaciones de valía, de fácil percepción, menos politizadas, avanzar, saber hacia dónde vamos, articularnos respecto de la creación y estructuraciones de propuestas graníticas en cuanto a un real como verdadero desarrollo sostenible, tener planes de desarrollo que correspondan con las propias realidades y necesidades, si en verdad queremos construir una ciudad, unos municipios y por ende un departamento sostenible en toda su exacta dimensión.