Agro, desarrollo, crecimiento

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Saúl Herrera Henríquez

Saúl Herrera Henríquez

Columna: Opinión

e-mail: saulherrera.h@gmail.com



En los procesos de desarrollo y crecimiento económico, el campo es protagonista importante de primera condición y deben convocarse siempre sus empresarios para que con su esfuerzo colaboren en la lucha contra el hambre.

Que el campo crezca debe ser siempre un propósito, lo que manda ocuparnos de y por mejorar las condiciones para que sus productores tengan fácil acceso al crédito. Velar por que nunca escaseen los insumos, preservar la situación de los pequeños productores, apalancar la solidaridad social y la reactivación productiva, lo cual es absolutamente favorable para la mayoría de los cultivos especialmente para el desarrollo sostenible de las economías regionales.

Importante encontrar el camino que lleve nos conduzca a sostener ese desarrollo que para el campo se quiere, en lo que ayuda en la búsqueda y procura de ese desarrollo, la inversión productiva y la generación del empleo, que debe ser digno y bien remunerado. Es afinar los factores productivos para la creación genuina de trabajo, el incremento de la productividad, la inserción en los mercados de la comunidad de naciones, el fomento de cadenas productivas que mejoren nuestros procesos tecnológicos que impulsen las Pymes agropecuarias, permitir la inversión y la competitividad de nuestra economía.

Debe ser la construcción de esta nueva propósito económico agropecuario propósito y tarea colectiva y cooperativa que igualmente sirva para que se impulse una cultura pata la productividad y todo cuanto ella encierra y representa, en lo que importante será una grande convicción para no renunciar a ese ideal que requiere de responsabilidad y saber que deben converger en ello todas y cada una de las más diversas miradas e intereses, lo que generará sin duda políticas y criterios transformadores.

Importante promover para el campo profesiones estratégicas y los trabajos del futuro, atender la agenda urgente del cambio climático con adecuadas herramientas de financiamiento de la infraestructura verde, atraer la inversión nacional y extranjera, afianzar instituciones más transparentes y socialmente eficaces. Abrir cauces de participación novedosos, propiciar la llegada de nuevos aires de innovación y renovación, sin intereses mezquinos, ni pulsos estériles. Interesa en esto, y de qué manera, se constituya lo expuesto en eje basilar no sólo de políticas departamentales, sino de la sociedad, sectores del trabajo, empresariales, movimientos sociales y comunidad científica y tecnológica.

Es el desarrollo integral de nuestro campo una responsabilidad histórica, ser creativos, aportar ideas, proponer excelencia, innovar, renunciar a individualismos, allegar iniciativas superadoras. Saber que funcionaremos bien y mejor cuando dispuestos estemos a anteponer los intereses generales a los particulares, ya que resultaría estéril de no articularse con los del conjunto de la sociedad, camino a robustecer esa democracia que nos debemos, en lo que tenemos que ser capaces todos de diseñar la agenda de futuro que requerimos para el campo.