Preocupante malestar ciudadano

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Saúl Herrera Henríquez

Saúl Herrera Henríquez

Columna: Opinión

e-mail: saulherrera.h@gmail.com



Se vino abajo la popularidad del gobernador del Magdalena refiere la encuesta de percepción del Centro Regional de Consultoría y Proyección de Imagen, en los departamentos de Atlántico, Sucre, Guajira, Bolívar, Magdalena y Córdoba. Sobre nuestro departamento, indica que el 70.7% de los Magdalenenses desaprueban sus primeros 6 meses de gobierno y el 65.5% el manejo que le ha dado a la pandemia, donde no ha cumplido ninguno de sus compromisos.

Señala Gustavo Romero, director ejecutivo de la firma, que la ficha técnica de la encuesta fue realizada bajo el muestreo probabilístico multietápico, estratificado por afijación proporcional de acuerdo a la participación electoral en la cabecera urbana de los municipios conforme distribución de los resultados electorales de la elección de gobernador en octubre 2.019, y que se hizo mediante selección por Muestreo Aleatorio Simple de las personas mayores de edad como representante del voto en hogares de acuerdo a la ponderación por departamentos de la región Caribe, con el fin de indagar por la gestión de los mandatarios Elsa Noguera, Héctor Espinosa, Vicente Blel, Nemesio Roys, Carlos Caicedo y Orlando Benítez; y, que además, se adelantaron 1.393 encuestas telefónicas con ponderación departamental y municipal, entre el 6 y el 11 de julio del presente año, con un margen de error del 2,5% y con un nivel de confianza del 97%.

Reza igualmente la información, que los Magdalenense le comienzan a pasar factura por todas las mentiras que desde campaña viene diciendo en sus discursos. Refrenda lo cual, en contexto de ansiedad colectiva ante los abusos, corrupción, opacidad, procederes dictatoriales, desmanes muchos y claro atropello del bien común, que la gente se exprese en las redes sociales con mensajes de desesperanza, desilusión, pesimismo y desaliento; cuando juzgamos debería ser esta circunstancia la gran oportunidad para consolidar al departamento. Se palpa un disgusto generalizado con la política, los políticos y sus mandatarios, para quienes solo hay manifestaciones de ira, desprecio y a quienes culpan de todo lo malo y peor, fundamentados en miles de pareceres, como responsables directos de lo que se vive; y lo que es más se dice, la realidad supera con creces la legalidad, resultado de tener un gobernante “inconmensurable”, lo que perjudica legalidad, integración social, institucionalidad y sentido de pertenencia.

La gente pareciera no creer en nada, reclama claridad, acciones positivas, que no la sigan teniendo como ingenua ni incauta. Y si bien sufre la economía, la corrupción y las más de las desatenciones, se permite creer en la posibilidad que pueda haber capacidad para llegar a acuerdos, superar la crisis y preparar un mejor porvenir. Todo ello, ojalá en un entorno colectivo para dialogar, entenderse, no descalificar, acercarse, explorar nuevos senderos, ser mejores de lo que hasta ahora hemos sido y entender sin más que por encima de todo y de todos están los intereses superiores del departamento del Magdalena y su comunidad toda. Valoremos lo que realmente en esencia importa.