Santa Marta 495 años: Desde el mar sublime hasta la sierra encantada

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Escrito por:

Saúl Herrera Henríquez

Saúl Herrera Henríquez

Columna: Opinión

e-mail: saulherrera.h@gmail.com



Santa Marta, ciudad dos veces santa por la gracia del nombre y la divina unción casi materna, como reza su himno glorioso, Distrito Turístico, Cultural e Histórico, capital del departamento del Magdalena, tercer centro urbano de importancia de la Región Caribe, la más antigua de Sudamérica, fundada el 29 de julio de 1525 por Rodrigo de Bastidas, está situada para el mundo a orillas de la bahía del mismo nombre sobre el Mar Caribe, en las estribaciones de la Sierra Nevada; es sin duda, una de las más bellas del mundo a la que vale la pena visitar sin excusas y conocerla por sus atractivos destinos.

 

Todo en ella es especial. Oportunidades para exponenciales desarrollos, ofrece inmensa visibilidad internacional y perspectiva de futuro inigualable; sin embargo, es poco transitada por el turismo. Calles de añoranza, barrios modernos, cultura relevante, exquisita gastronomía, oferta culinaria única y excepcional de mar y tierra para todos los gustos y un “cayeye” glorioso. Sierra Nevada, la montaña más alta del mundo a nivel del mar, playa urbana de las más bellas del planeta, playas de ensueño, sede de la primera catedral en Sur América y del altar de la patria donde expiro el Libertador Simón Bolívar.

Vasto potencial ecológico, exuberante naturaleza, apta para poner en ella con real valor, políticas climáticas, biodiversidad, transporte público, salud, integración ciudadana, resolver satisfactoriamente problemas comunes en otras ciudades, como contaminación y tráfico con planes que incentiven medios de transporte alternativos. Importante riqueza patrimonial, cultural y humana, donde priorizar promoción de vida saludable, desarrollo de cultura física, recreación y deportes. Evidente poder de atracción y creatividad de su gente con linaje caribe, africano y español. Centro histórico digno de elogio y punto de interés reseñable, con obras arquitectónicas conviviendo con una activa y palpitante sociedad que aspira salir de los problemas sanitario, económico y ambiental que vive, agravados por el Covid-19, de resultados globales preocupantes.

Ciudad vinculada a acontecimientos importantes de la historia universal que requiere prepararse responsablemente a la altura de su pasado inscrito en la historia con valor municipal, regional, nacional y universal, punto de partida para la creación de una nueva realidad política, económica, social y cultural desarrollada desde entonces en vastos espacios geográficos de esta parte del mundo y humanidad toda, que debe enorgullecernos y exaltar los fundamentos de nuestra realidad y sentimiento de pertenencia a una colectividad humana de estirpe histórica favorecedora del contacto hombres/culturas que crearon como nueva realidad, las poblaciones actuales de nuestra región. Pasado que amerita dimensión y brillo a estructurarse bajo nuestra mirada y por nosotros, en la perspectiva de asumirla con visión de porvenir.

Debería este aniversario cercano a los 500 años de existencia para el mundo occidental, aprovecharse máximamente para atender nuestros problemas urbanos, mejorar sustancialmente calidad de vida, fortalecerla en su todo integral, o al menos salud, desempleo, infraestructura, educación, innovación, tecnología, cultural, deporte, ambiente y demás realizaciones importantes con impacto considerable en la evolución requerida.

Oportunidad también para establecer sistemas de coordinación eficaces, con poderes, recursos y responsabilidades mayores, planificar, ejecutar obras, administrar espacios urbanos con eficiencia y mejores resultados, servidores públicos íntegros, de primera condición y alta calificación profesional; avances en la prestación de los servicios públicos de agua, aseo, transporte, vivienda social, educación, salud, seguridad, ornato, embellecimiento, parques, cultura, bibliotecas, planes de ordenamiento urbano, cambiar las normas inadecuadas de uso del espacio urbano para ampliar los espacios públicos, camino a ser esa gran ciudad que merecemos.