De mitos y mitómanos

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Es ilógico y risible que la alcaldesa de Santa Marta y el gobernador del Magdalena soliciten ayuda a Cuba para solucionar nuestros problemas. Es como pedirle consejos a un indigente de cómo ser exitoso.

Si los cubanos fueran la panacea, que nos expliquen por qué no pudieron en Venezuela; país con las mayores reservas petroleras probadas del mundo, y un país que iba bien, aunque con problemas, antes de la llegada del chavismo.

Médico sálvate a ti mismo. Que además nos expliquen cómo Cuba pasó de ser uno de los cinco países más ricos de América Latina a lo que es hoy. Coincidencialmente, derrumbe que se aceleró con la llegada de los hermanos Castro al poder. ¡Que no nos echen el cuento del embargo estadounidense!

El negocio de Cuba siempre ha sido exportar pobreza y revoluciones fracasadas. Ahora resulta que nuestros gobernantes locales, en vez de querer avanzar, quieren retroceder dos siglos, a una era preindustrial, al modelo cubano. ! Genios!

El comunicado de Caicedo titulado “Solucionar la crisis del Magdalena exige el concurso de todas las voluntades” evidencia que no hicieron la tarea de valorar críticamente las cifras que citan. La validez de las afirmaciones es irrelevante. Llamativo si, y sin leer mucho entre líneas, que invite a los de “antes” a hacer causa común.

Lo primero es entender que las estadísticas e indicadores de las dictaduras nunca son creíbles ni confiables porque son parte de la propaganda. Similar al pueblo sitiado y a punto de morir de hambre que engorda “una” vaca y la deja salir para engañar al enemigo.

Algunos estudios muestran en los primeros puestos de alfabetismo a países que dejan mucho que desear y que no son referente de nada bueno; Corea del Norte ocupa el primer lugar y Cuba está entre los primeros. En estudios más confiables, aparecen en los primeros puestos los países nórdicos, y los Estados Unidos están de séptimos. Cuba no aparece en los primeros sesenta lugares. Lo que explica la divergencia es que aunque los cubanos saben leer y escribir, para el mundo actual son funcionalmente analfabetas. Conocimiento que no se traduce en desarrollo y bienestar es inútil.

Según la versión oficial, la mortalidad materno-infantil es bastante baja. Esto podría tener explicaciones diversas incluyendo el tamaño pequeño de los bebes por problemas de adecuada nutrición.

Con respecto al medallero olímpico, es falso que Cuba sea número dos detrás de los Estados Unidos. Es número dieciocho a nivel mundial y tercero en las Américas. Los atletas son la “única” vaca gorda.

Para que una propuesta sea acogida ampliamente debe cumplir dos requisitos: ser relevante y posible, y que además, quien la proponga tenga credibilidad. La invitación de Caicedo carece de ambos elementos. Nos convoca a apoyar un mito desprestigiado y cacareado por un ególatra mitómano como él. Que alguien señale un solo problema estructural resuelto por Fuerza Ciudadana en Santa Marta en los ochos años que lleva gerenciando la ciudad. No existe.

Cualquier iniciativa de Caicedo debe ser tomada con cautela y prevención. Se le respaldará cuando lo propuesto cumpla con las dos condiciones antes mencionadas. Tendrá que trabajar mucho para convencernos de que su “nueva” imagen conciliadora no es otro engaño. De sobra le conocemos el talante.

Al aspirante a sátrapa le incomodan las opiniones que lo cuestionan, y actúa intentando intimidar y silenciar, como es su normal proceder. En las redes sociales bloquea a diestra y siniestra. Cree que estamos obligados a aplaudir a rabiar sus sandeces. Se equivoca gravemente. El bienestar de Santa Marta y del Magdalena está por encima de cualquier culto. Y es que lo fundamental no es negociable.