La jugadita insólita de Macías

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jorge Giraldo Acevedo

Jorge Giraldo Acevedo

Columna: Opinión

e-mail: jgiraldoacevedo@yahoo.es



Colombia definitivamente es una nación donde impera lo macondiano, lo insólito y hasta lo increíble; eso fue lo que aconteció el anterior sábado, 20 de julio, fecha del comienzo de sesiones del Congreso cuando un político huilense pretendió sabotear la exposición del representante de los partidos de oposición.

Ernesto Macías Tovar, quien en calidad de presidente del Senado quiso sabotear al vocero de la oposición la verdad sea dicha y hablándolo en lenguaje popular le salió el tiro por la culata porque la exposición del senador Jorge Enrique Robledo se ha escuchado y ha tenido más reacciones que la misma intervención del presidente, Iván Duque Márquez.

Es legal y así lo aprobó el mismo congreso que después de la intervención del presidente para instalar oficialmente las sesiones del parlamento o poder legislativo intervenga un vocero de la oposición.
A varios días de la insólita y última jugada del desafortunado político huilense la noticia y el tema del día es la exposición de Robledo que sin proponérselo ha ocupado grandes titulares en los medios periodístico del país y ha sido el tema de varios columnistas y ni más faltaba del ciudadano corriente.

En nuestro medio, además de los problemas del país como la creciente inseguridad, el desempleo y el deficiente servicio de salud, el caso del glifosato y la última jugadita también se volvieron temas de moda.

Claro que el proceder del hoy expresidente del senado ya es muy conocido públicamente y más que todo en el departamento del Huila; recordemos que actuando como presidente del Senado durante las sesiones del órgano legislativo, donde el político siempre clamaba por tranquilidad, seriedad, calma, cordura, decencia, nos sorprendió a millones de colombianos el 30 de abril anterior cuando en pleno debate sobre las objeciones presidenciales exclamó un madrazo al ver la votación que indicaba el tablero electrónico.

Hoy como ayer, a nombre de los colombianos, sólo le pedimos que como senador sea decente y que mida más su lenguaje.

Claro está que con la vulgaridad del madrazo y el intento antidemocrático de sabotear la intervención de la oposición nos demostró una vez más el poco nivel profesional que verdaderamente tiene y quedó clarísimo que sí es docto pero como grosero e irrespetuoso.

Al hoy expresidente del senado Ernesto Macías Tovar, uno de los miembros más activos del movimiento político Centro Democrático, bien le cae la aplicación de la frase célebre y rotunda de Cicerón, que dice “de hombres es el engañarse y de locos persistir en el error”.

Ahora todos quedamos muy pendientes de las gestiones de la Procuraduría ante el procedimiento equívoco e irrespetuoso del congresista.