¡Vete con tu música a otra parte!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



La mayoría de los países que reconocen la importancia de proteger los derechos fundamentales de sus ciudadanos a cualquier precio, están dispuestos a hacerlo donde quiera que se encuentren.  Son famosos los rescates de Israel en una nación africana, y el fallido intento de los USA por rescatar rehenes en Irán.  Claro está que no todos los países tienen los recursos para hacer intentos de esta naturaleza, pero tampoco olvidan ni desamparan a sus ciudadanos.

Contrasta la posición del gobierno colombiano ante Venezuela por el secuestro y tortura de 59 connacionales con la de Ecuador por el vil asesinato de 2 periodistas y el chofer en días recientes.  Más allá de las disculpas oficiales y de las apariencias, el asesinato de los tres ciudadanos ecuatorianos tuvo todo que ver con la decisión del gobierno ecuatoriano de no prestarse para la bufonada con el ELN.  El tono del presidente Lenin mostraba indignación incontenible, e imagino que no tomó nada bien los intentos de Santos por asumir la responsabilidad que le corresponde y echarle el agua sucia a Ecuador.

Primero dijo que Gaucho es ecuatoriano y no colombiano.  Después, que no es disidente de las Farc sino narco, y tercero que los cadáveres estaban en Ecuador, como sugiriendo que el ilícito se había iniciado y terminado en territorio ecuatoriano.  El hombre del me acabo de enterar, se enteró que lo que dijo era todo errado.  Difícil atribuir lo dicho a desinformación.  Es más quizás el desespero por defender un proceso que quedó mal hecho y cuya implementación ha sido desastrosa.

Un proceso que está herido de muerte por el arresto con fines de extradición de Santrich, los actos del sobrino de Márquez, y lo que pareciera ser un intento de fuga de Márquez – ¿estará untado?-   Surgen muchas preguntas por lo acaecido: ¿Cuál es la verdadera naturaleza de la Farc? ¿Si se desmovilizaron de verdad verdad?

Es de público conocimiento que antes de la negociación, las Farc eran el cártel de traficantes de narcóticos más grande del mundo y que hacía rato habían perdido cualquier tinte ideológico. Es risible la afirmación de que Guacho es el brazo armado del Cártel de Sinaloa.  El acto de corrupción del sobrino de Márquez, constata que la Farc es más corrupta que los corruptos de viejo cuño.  Preocupa por demás, el alarmante y creciente número de disidentes.

Lo más preocupante de todo es que Colombia como problema regional y global, se convirtió en problema aun mayor como consecuencia de la negociación de La Habana.  En lo global, el aumento de áreas cultivadas de cocaína ha hecho que el negocio se incremente exponencialmente y que la porquería producida envenene a un número mayor de personas alrededor del mundo.  El problema es tan grave que frecuentemente se escuchan decomisos de cantidades exorbitantes de cocaína.  Todos sabemos que cuando decomisan un cargamento, es porque otro mucho más grande salió por otro lado.  El decomisado es distracción y relaciones públicas. 

La incapacidad del estado colombiano y las de los estados vecinos para ejercer control territorial han facilitado enormemente las acciones de bandas delincuenciales y guerrillas, convertidas hoy en verdaderas transnacionales del crimen organizado.  Están bandas delincuenciales son para-estados móviles, que según las circunstancias operan a uno u otro lado de la frontera, en un permanente juego del gato y el ratón. 

El presidente ecuatoriano entendió que los procesos de paz adelantados en Colombia, en vez de contribuir a la seguridad y tranquilidad regional, la empeoran. Generan una espiral de caos y violencia que es difícil controlar con los recursos con que cuentan nuestros países. Con toda razón, no quieren verse obligados a destinar un porcentaje grande del presupuesto a la seguridad, máxime cuando el problema tiene su génesis en Colombia.  La única forma que Santos tenia de defender su proceso era decir que Guacho no era disidencia de las Farc y que era ecuatoriano.  Ante la superioridad económica y militar colombiana, a los presidentes ecuatorianos solo les queda indignarse, como en su momento lo hizo Correa y recientemente Lenin.  Con toda razón, Lenin decidió darle un portazo en la cara a Santos no sin antes decirle que se fuera con su música a otra parte. ¡Basta de procesos fracasados!