Son ridículas y hasta imprudentes las manifestaciones de los emigrantes cubanos en los Estados Unidos que dizque celebran la partida final de este mundo terrenal de Fidel Castro.
Todos los individuos en el planeta merecen respeto ante la muerte y Fidel Castro, sea como sea, fue un líder de la revolución de los pueblos y está a la vista que se preocupó por disminuir las desigualdades económicas en Cuba.
Fue un hombre para la historia y sobresalen, entre otras, sus gestiones para eliminar el analfabetismo en la isla en un año, bajar la mortalidad infantil de 42% a 4%, la formación de más de 130 mil médicos, garantizando 1 médico por cada 130 personas con el mayor índice de médicos per cápita del mundo; también creó la mayor Facultad de Medicina del Mundo, graduando 1.500 médicos extranjeros por año, con 25.000 médicos graduados de 84 naciones, lograron eliminar la desnutrición infantil y es el único país del mundo que cumple la sostenibilidad ecológica.
Además, no cualquiera tumba una dictadura con 20 hombres desafiando al imperio norteamericano.
No cualquiera envía más de 30 mil médicos a colaborar en más de 68 países del mundo sumando cerca de 600.000 misiones.
No cualquiera logra ser el único país latinoamericano sin problema de drogas.
No cualquiera logra 100% de escolarización.
No cualquiera puede circular en su país sin ver un solo niño durmiendo en la calle.
No cualquiera logra que su población tenga 79 años de esperanza de vida al nacer.
No cualquiera crea medicamentos contra el cáncer.
No cualquiera logra ser el único país que erradica la transmisión madre-hijo del VIH.
No cualquiera logra tener la mayor cantidad de medallas olímpicas de Latinoamérica.
No cualquiera sobrevive a más de 600 atentados contra su vida y a varios presidentes norteamericanos intentando derrocarlo.
No cualquiera llega a los 90 años con tanto protagonismo en la historia mundial.
Indiscutiblemente Fidel Castro fue un ser humano querido por millones e incomprendido por otros cuantos, pero lo que no puede hacer nadie es ignorarlo y mucho menos celebrar con manifestaciones de alegría por su muerte tal y como lo hemos visto en diversos medios de comunicación y especialmente en los noticieros de la TV nacional de Colombia por parte de emigrantes cubanos residentes en Miami, Estados Unidos de América.