Hay que fortalecer los niveles intermedios de gobierno, ¡ya!

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Eduardo Verano de la Rosa

Eduardo Verano de la Rosa

Columna: Opinión

e-mail: veranodelarosa@hotmail.com



Paralelo a Hábitat III (Conferencia de la ONU sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible) ocurrieron varios eventos en Quito, en especial, la ‘Cumbre contra el Centralismo’ que promovió la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope).


El centralismo ha dejado exclusión, pobreza, desigualdad, desconexión con los territorios y migraciones.

Y entonces, ¿Qué clase de gobierno debemos tener y cuál debe ser el modelo de Estado en América Latina?

Cada vez más se debilitan los gobiernos intermedios: regiones, provincias, estados, departamentos, intendencias y municipios tienen, sin resolver, sus problemas como la falta de gestión para solucionar la movilidad, el cambio climático, la pobreza y el acceso a la educación superior.

Se fortalece siempre el “Gobierno Central” cuya burocracia y gastos crecen de forma exorbitante y entorpecen y restringen el fortalecimiento de los niveles intermedios de gobierno.

No se permite la construcción de estructuras de gobierno regional y, por lo tanto, se impide el desarrollo de su potencial.

Nadie nos hará esta tarea, por tal motivo, los pueblos afectados en el nivel regional necesitan más gobierno y construir más soberanía energética, ambiental y fiscal para cumplir, a cabalidad, con sus funciones.

La vida gubernamental no es solo planear y “tirar línea”. Hay que asumir la responsabilidad del manejo del territorio con justicia social y poniéndole freno a las inequidades con igualdad de oportunidades para todos. Se requiere resultados con mayor independencia económica y soberanía política.

El reto es evitar la “recentralización” que cada vez es más evidente. Tenemos que sincerarnos sobre las posiciones políticas para promover el fortalecimiento de los gobiernos intermedios con una mayor formalidad y espíritu democrático para definir cuál va a ser el rumbo y los desafíos con líderes visibles, gobiernos colectivos y un modelo de desarrollo regional.

Si queremos buscar la paz no es solo frente a la violencia, es de cara a la desigualdad que ocasiona la pobreza extrema que es más dañina y peligrosa que las balas, por tanto, debemos buscar gobiernos que lleguen a una mayor integración social y un mayor poder en los niveles intermedios.

Una tarea que deben asumir los gobiernos intermedios o locales es su propia internacionalización porque los gobiernos centrales manejan las relaciones propias entre países, en el alto nivel, y muy pocas veces se ocupan del fortalecimiento de relaciones económicas y comerciales productivas para la geografía local.

El Gobierno Central no hará la tarea de internacionalización, eso le toca a las regiones y a las entidades locales.

Chile, por ejemplo, tiene 15 regiones y no han podido desarrollarse adecuadamente porque el gobierno nacional escoge las cabezas de esos gobiernos regionales, lo cual, impide un proceso de desarrollo autónomo.

Últimamente se ha avanzado en foros, asambleas y en trabajos colegiados ejecutivos en los niveles de desarrollo regional para tratar de buscar una mayor gobernanza.

Lo que se propone, entonces, a nivel latinoamericano, es fortalecer la red de gobiernos intermedios para diligenciar asuntos relacionados con los estados (equivalente a departamentos), la pobreza, los alimentos, con todo lo local.

Vale la pena recordar lo que dijo Ban Ki Moon en la ONU: “Quiero ser recordado como alguien que aportó a los valores del mundo”, lo que equivaldría en nuestro caso, construir los valores de los gobiernos regionales o gobiernos intermedios para que cumplan con sus funciones.