Hay personas que tienen mucho tino para buscar la peor ocasión para pelar el cobre. La silla vacía de Martínez en el evento Tras la Perla de la América fue una de esas, y dejó en evidencia lo que muchos decimos y que cada vez es más evidente: la preocupación del movimiento caicedista por Santa Marta es pura pantalla.
Estos señores se han aprovechado de la ciudad y del presupuesto para auto promoverse. Uno de los lugartenientes de Caicedo dijo que Martínez no participó en el evento porque Carlos Vives tiene ambiciones políticas. Mucho antes que Shakira, Caicedo – ¿Shakiro? - andaba subido en la bicicleta de Carlos para robar méritos ajenos. Mal paga el diablo a quien bien le sirve.
Carlos ha dicho hasta la saciedad que la iniciativa Tras la Perla de la América es un movimiento cívico, y volvió a reiterarlo a raíz del desaire de Martínez. Lo hecho por el alcalde es falta de educación y modales y una grosería con los samarios y los invitados al evento. ¿Cree el alcalde que el Presidente de Colombia y el del BID vinieron a hacerle campaña política a Carlos?
Es repudiable que los intereses de un grupo político prevalezcan sobre los intereses comunitarios. Es hora de que el burgomaestre comience a darle la razón a quienes lo eligieron porque hasta ahora solo hemos visto un concierto de desatinos, y a un alcalde con bastantes limitaciones. En plata blanca, el puesto le ha quedado bastante grande.
El deber del alcalde es apoyar todas las iniciativas que beneficien a la ciudad vengan de donde vengan. Otra cosa puede hacer Rafael Martínez, el ciudadano de a pie, y si lo que quiere es hacer política, entonces que renuncie. Necesitamos un alcalde que quiera a Santa Marta y a sus habitantes. Un alcalde que gobierne para todos.
Los samarios no podemos permitir que Caicedo y compañía saboteen la iniciativa Tras la Perla de la América, solo porque a ellos no les sirve.
Caicedo y sus áulicos deberían saber que sería un ejercicio estéril atravesársele a Carlos Vives en el camino, si él quisiera ser alcalde. El cariño, aprecio y admiración de todos los samarios por Carlos es abrumador, el cual es correspondido en especie. Propios y extraños le reconocen a Carlos un gran amor por Santa Marta y por Colombia. Carlos es el hijo predilecto de Santa Marta.
A todos nos queda claro que si algún día Carlos Vives se postulara para la alcaldía, es porque quiere trabajar desinteresadamente por Santa Marta. Alguna vez lo llamé el Gran Samario.
Por ahora, Carlos es un soñador que nos invita a soñar, a montarnos en su bicicleta para trabajar todos unidos por Santa Marta. Es un proyecto que sabe no puede construir solo porque es ambicioso y complejo, y por eso se apalanca en su poder de convocatoria para rodearse del talento ideal y levantar recursos para alcanzarlo. Tras la Perla de la América es un proyecto de todos los samarios para los samarios y para el mundo. El llamado es a unirnos por una causa común.
Por otro lado, Martínez tenía otras razones para no querer ir al evento; este incluía hablar de futbol y visitar al emblemático barrio Pescaito; y en Pescaito no quieren saber nada de Caicedo y compañía por falsos y por tanto prometer y no cumplir. El Pibe Valderrama en más de una ocasión le cantó la cartilla a Caicedo, y debería hacer lo propio con Martínez. Porque...nada bien, nada bien.
Mientras Carlos Vives jugaba futbol con el presidente de Colombia en la Castellana, Caicedo y compañía debían estar lívidos de la envidia y de rabia, y con la paranoia alborotada pensando que pueden perder la alcaldía, que consideran bien propio.
Señores caicedistas, entiéndanlo de una buena vez: el amor indiscutible de Carlos Vives por Santa Marta puede mucho más que la ambición de ustedes. El amor autentico de Carlos Vives por Santa Marta mueve montañas, mientras que la ambición de ustedes solo mueve aquello que les conviene a sus mezquinos intereses. En todas las grandes historias, el amor al final siempre vence, y esta historia no será la excepción.