¿Por qué temerle a Donald Trump?

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



El ascenso de Donald Trump como candidato del Partido Republicano sin duda ha sido inesperado. ¿Quién iba a pensar que el mediático, el “showman”, el Don del programa el Aprendiz; el tres veces casado y el dueño de Miss Universo iba a ser el candidato del partido conservador americano? Tal vez ni él se creía ese cuento.
No obstante, en el siglo XXI, con el internet y el cambio de las formas de comunicación, ello fue posible. Hoy en día el “show” y lo mediático, por estúpido y tonto que sea, paga.

Los “youtuber”, personas que utilizan “youtube” para difundir su material, ridículo y sin gusto, pero conectado con sus suscriptores o espectadores (“viewers”), son los abanderados de la nueva sociedad y quienes influyen y ganan dinero a borbotones. Y es precisamente por esto que Trump será el candidato Republicano y tal vez el Presidente.

Con su forma de ser, despachada y sin pelos en la lengua, apelando a lo mediático y simplista, conectó con su electorado. Conectó con la mayoría de los que se identifican con ese mensaje, es decir, con los blancos americanos de clase media y baja que quieren, como él mismo lo ha dicho en su eslogan de campaña, “Hacer que América sea grande otra vez”, con el ánimo de recuperarla de los inmigrantes.

Este mensaje contiene una carga adicional xenófoba contra los inmigrantes, específicamente los latinos, que tienen un color de piel oscuro en comparación al de sus ancestros (él es descendiente de inmigrantes alemanes y escoceses) y al de su exesposa checa y esposa Eslovenia. Pero Trump, no es solo esto. Trump tiene dos facetas. La del mediático, fanfarrón, xenófobo, ególatra y boquisuelto, la ya descrita, la que seguramente necesita para que voten por él. Y, la otra, que es la del hombre de negocios. Trump nació en un hogar privilegiado.

Es hijo del empresario inmobiliario, Fred (Frederick) Trump. Tuvo la fortuna de estudiar en la Universidad de Fordham (Estado de Nueva York), que es miembro de la Asociación Americana de Universidades Jesuitas. Previamente a ello, por razones de indisciplina, estuvo en la Academia Militar de Nueva York, que es un internado para hombres. Finalmente, estudió en la Escuela de Negocios de la Universidad de Pensilvania (“Wharton”). Empezó a trabajar con su padre. Luego invirtió en muchos negocios inmobiliarios, especialmente en hoteles y casinos, teniendo éxitos iniciales y posteriores dificultades económicas, que finalmente logró sortear. Para muchos, es un hombre de negocios audaz y pragmático.

Algunos dicen que es inescrupuloso en los negocios, pero finalmente le dan crédito y alaban su éxito profesional. Por ello, en su ideología política está tan entroncado el espíritu empresarial.

La inversión y el empleo. El esfuerzo personal como parte de la realización del individuo y la necesidad de que los EEUU vuelvan a recuperar su capacidad industrial dentro de sus fronteras, creando riqueza por y para los americanos. Existen entonces dos Trumps. El fanfarrón, el ególatra y el mediático, que dice cosas salidas de tono para los de centro, pero que logran conectar de manera dramática con su electorado blanco y de derecha. Y otra la del empresario. El hombre de negocios, audaz y pragmático, que recibió una educación de primera.

La pregunta es entonces ¿Por qué temerle a Trump? Si finalmente Trump gana las elecciones y es Presidente de los EEUU ¿Quién gobernará? Si va a gobernar el mediático, el fanfarrón, el ególatra y el xenófobo, el mundo y los EEUU verán sus más negras noches. Si por el contrario va a gobernar el hombre pragmático de negocios, que pasó por buenas universidades, podríamos decir que no será un mal Presidente. No obstante, parecería que Trump es más de lo primero que de lo segundo. Por ello, si pudiera, mi voto para Hillary, así ella no me alcance a convencer.