Una cosa son las elecciones locales y otra cosa las elecciones nacionales

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



Pasadas las elecciones locales, muchos analistas y entendidos de la política han comentado que el país tiende al centro. Otros han indicado que los ciudadanos están cansados de la polarización y que por eso se castigó a la izquierda y la derecha.

 

El Gobierno, por su parte, reclama que la victoria de la unidad nacional no es más que el apoyo a su gestión y al proceso de Paz de La Habana. Discrepo con unos y otros conforme a que concluir una u otra cosa, u opinar en uno u otro sentido, sin tomar en cuenta el contexto, puede llegar a conclusiones erradas o acomodadas.

 De hecho, no considero que el resultado sea un espaldarazo al Gobierno y al proceso de Paz de La Habana. En las elecciones locales, en realidad, a pesar de que políticos de amplio reconocimiento nacional lo quieran ver así, no tienen tanta trascendencia el mensaje nacional.

 Lo que quieren los electores es tener Gobiernos locales que den soluciones a sus problemas del diario vivir. Gentes que estén con los ciudadanos, o como dice un amigo, alguien que les solucione el problema de la alcantarilla tapada del barrio.

En el ámbito local no se discuten o votan los temas nacionales, o asuntos macros de política pública como el proceso de Paz, el perdón y olvido a las Farc, los cambios institucionales, etc. Se discute lo básico, lo del día a día, el uso del suelo, la movilidad, los servicios públicos, entre otros.

Por ello, repito, no es posible predicar que los resultados de las elecciones locales sean un espaldarazo de apoyo al Gobierno y a las negociaciones de Paz. Y es precisamente por ello que el Gobierno está tratando de hacerle conejo al mecanismo de refrendación, o inventarse un mecanismo que pueda ser controlado. Por otro lado, si los resultados castigan a la izquierda y a la derecha, esto debe verse de manera segregada. La derecha, representada en el CD, no puede verse como castigada.

En el contexto de las elecciones locales debe tenerse en cuenta que el CD, hasta ahora, representa un liderazgo a nivel nacional con un mensaje de seguridad y estabilidad institucional nacional. Ese mensaje no cala en las elecciones locales. Así, no es que se haya castigado al CD, como lo quieren poner ciertos analistas regocijándose, sino que el mensaje escogido fue el errado.

No se castigó al CD por sus actuaciones, o forma de hacer política, sino que ese partido no tuvo un mensaje afortunado ni el liderazgo adecuado en ciertas regiones del país. Es por esto que el CD deberá construir liderazgo con mensajes locales.

La izquierda, por el contrario, si fue castigada. No porque quieran feriar al país en conjunto con el Gobierno en La Habana, sino porque sus lideres han demostrado que cuando están en el poder lo ejercen de manera desacertada e inadecuada.

El caso palmario de castigo del electorado es la pérdida de la Alcaldía de Bogotá después de las fatales administraciones de Luis Eduardo Garzón, Samuel Moreno y Gustavo Petro. No es que la izquierda deba reinventarse y tener un mensaje para la clase media, como dice Gustavo Petro.

En realidad, la izquierda deberá reinventarse para que le tengan confianza y la crean capaz de gobernar adecuadamente y no como hasta ahora lo ha hecho con administraciones fracasadas, corruptas y de espaldas a las necesidades de los ciudadanos. Esto lo que significa es que no se puede decir, sin contextualizar, que el país tendió al centro. En fin, una cosa son las elecciones locales y otra cosa las elecciones nacionales.



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