Los elegidos

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Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



Hoy el país amanece, en la mayoría de los casos, con nuevos mandatarios locales y con nuevos Concejos y Asambleas.  A todos los que fueron elegidos, mis más sinceras felicitaciones.  Terminado el debate electoral, no se puede perder tiempo y hay que comenzar a trabajar para que las transiciones sean lo más transparentes y menos traumáticas posibles.

 

Para aquellos que fueron vencidos en las urnas, los animo, si es que ese era su deseo, a trabajar por su región.  Para servirle a los demás y contribuir positivamente al desarrollo social, no hay que ocupar un cargo público.  Los invito a rodear a los mandatarios elegidos, y a apoyar aquellas iniciativas que redunden en beneficio de todos.  A su vez, los invito a permanecer vigilantes y a convertirse en la voz del pueblo y en los guardianes de lo público.

De los mandatarios elegidos, solo espero que estén a la altura de las circunstancias y que cada acto de sus administraciones sea un reflejo de transparencia y objetivos nobles.  No sobra recordarles, que lo público es sagrado, y que la administración de lo público no es para beneficiar a unos pocos ni para recuperar inversiones.  Se gobierna para el pueblo y no para unos pocos.

Es claro que si un pueblo vendió su conciencia, no puede esperar nada más del comprador; o de pronto sí, porque un pueblo con hambre y sin oportunidades es inimputable, ya que su libertad y su voluntad están secuestradas por las circunstancias.   Los pueblos y las conciencias de las personas tienen voces difíciles de acallar, y cuando no se las escucha, eventualmente, se hacen escuchar de una manera u otra.

El pueblo está cansado de tanta vagabundería y de tanto abuso.  Vamos a estar vigilantes y denunciaremos los actos de corrupción cuando haya que hacerlo.  Tendremos cero tolerancia con la corrupción.

No vamos a tolerar que lo que es de todos sea utilizado en provecho propio y en detrimento del pueblo.  No cuando, como en el caso del Magdalena, tenemos necesidades básicas apremiantes que no han sido debidamente atendidas porque llevan largo tiempo apropiándose de los recursos. No más.  Basta.

Ojalá que los elegidos no sean más de lo mismo. Nuevas caras con los viejos vicios.  Mangualas, contratos espurios, y todo lo que conocemos. Y ojo, que muchos de los elegidos son alfiles del debate presidencial que se avecina y de los candidatos que ya se dan por descontado, y que fueron avalados a pesar de su obvia incompetencia profesional o ética para que aceiten la maquinaria electoral.  La famosa pegachenta y adictiva mermelada.

Pronto sabremos cuales son las intenciones reales de los mandatarios, cuando conozcamos los equipos que los acompañarán en el primer tiempo.  Ojalá que al terminar sus mandatos hayan cumplido con lo que prometieron, pero sobretodo, que sean recordados por haber gobernado para el pueblo, por haber gobernado con pulcritud y transparencia y lejos de los escándalos, y por haber sido capaces de construir sociedades mejores.



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