Del Congresito, mentiras y burlas presidenciales

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El Pájaro de Perogrullo

El Pájaro de Perogrullo

Columna: Opinión

e-mail: jplievano@outlook.com



El presidente Santos debe pensar que los Colombianos somos imbéciles. Recuerdo que hace algunos años sentenció de manera retórica y contundente: "Solamente los imbéciles no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias". Y debe pensar eso porque la última de sus ideas, "El Congresito", se requiere para aprobar lo que se negocie en La Habana ante la posibilidad de que lo negociado no sea aprobado por los colombianos en una consulta.

De hecho, nuestro Presidente, nos aseguró que tuviéramos confianza en el proceso porque cualquier cosa que se negociara en La Habana iba a ser sometida a un mecanismo de refrendación (que no es otra cosa que un referendo). Ahora nos dice que "yo nunca me he montado en un referendo". Como no se le puede decir mentiroso al Presidente (hay que "desescalar" el lenguaje), aún cuando pareciera que lo fuera, lo que ocurre simplemente es que las circunstancias cambiaron y por ello, dentro de la lógica presidencial, los Colombianos somos imbéciles si no cambiamos de opinión. 

Parece entonces que  las circunstancias requieren de un "Ente de todo Vale" o "Congresito", manejable a gusto y compuesto por algunos congresistas de bolsillo y los miembros negociadores de las Farc, para aprobar todo lo que se negocie en La Habana sin el escrutinio del pueblo Colombiano. ¿Y porque se va a requerir ese "Congresito" espurio y antidemocrático? Simplemente porque, a pesar de lo que podría pensar Santos, los colombianos no somos imbéciles. No vamos a cambiar de opinión para que se burlen nuestros derechos democráticos y nos negaremos a aprobar concesiones a las Farc de las del tamal (o morcilla como alguna vez lo dijo) que se está cocinando en La Habana.

No vamos a aceptar que las Farc dejen las armas, deben entregarlas, es decir rendirlas al Estado. No vamos a aceptar que los cabecillas y principales terroristas de las Farc no paguen cárcel, o que se les den penas alternativas como la propuesta por algún sabio filosofo "Pambeliano" de barrer parques.

No vamos a aceptar que se les regalen curules a sus miembros, las deben ganar en el debate democrático. No vamos a aceptar circunscripciones especiales donde las Farc, a punta de fusil (no entregado, pero dejado), intimidación y terror, hagan que sus habitantes voten por ellos. No vamos a aceptar que los cabecillas y aquellos miembros de las Farc que cometieron delitos de lesa humanidad participen en política. No vamos a aceptar que el Estado asuma una responsabilidad en el "conflicto" igual a la de las Farc.

No vamos a aceptar que se legalicen los dineros mal habidos, que no se reparen a las víctimas de su parte y que no cuenten la verdad de sus crimines y atrocidades. Y no vamos a permitir que la justicia opere a través de simples comisiones de la verdad amañadas y manejadas por la izquierda y ellos. Que ironía, quien predica y clama a los cuatro vientos ser el más pacifista, democrático y conciliador quiere eludir un referendo y pretende usar un mecanismo espurio y antidemocrático, pero claramente manipulable y a la talla de sus intereses y artilugios.

"El Congresito", digámoslo clara y simplemente, es una burla a la democracia Colombiana y a los colombianos. Santos finalmente reveló sin un ápice de vergüenza sus íntimas convicciones y deseos, conseguir la Paz a cualquier precio, es decir aprobar lo que sea y como sea sin importar si se destruye la institucionalidad y el País.