Propuestas indecentes

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Germán Vives Franco

Germán Vives Franco

Columna: Opinión

e-mail: vivesg@yahoo.com



El cómico mejicano Cantinflas, en la escena de una de sus películas -cuyo nombre no recuerdo- está a punto de comenzar una partida de naipes, y entonces, haciendo alarde de esa malicia de calle propia de nuestra idiosincrasia latina, le pregunta a sus compañeros: ¿Vamos a jugar como caballeros o como lo que somos? Coincido con Cantinflas, en que siempre es bueno antes de comenzar cualquier cosa, saber cuáles son las reglas del juego para así evitar sorpresas desagradables.

Comenzamos este año en Colombia un nuevo año electoral -el juego del poder para ser más exactos- y es bueno que nuestros dirigentes, políticos y los mercaderes de la política, al igual que Cantinflas, se pregunten entre ellos, si van a jugar como caballeros o no. Uno, como simple ciudadano, alberga la esperanza de que jueguen como caballeros, pero en política nada está garantizado. Como en cualquier acto humano o ejercicio profesional, en la política uno tiene opciones morales en las cuales o hace lo honesto, lo justo, lo ético, o hace lo opuesto; o antepone los intereses públicos a los personales, o viceversa.

A diferencia de otras jornadas electorales, este año estamos ante circunstancias excepcionales, ya que toca reconstruir el país, dañado seriamente como consecuencia del fuerte invierno. Las acciones de reconstrucción generalmente conllevan grandes presupuestos, que como bien lo advirtió el general Bonett en el caso del Magdalena, de caer en manos de corruptos, pueden esfumarse. Lo dicho por el general Bonett, está ampliamente validado por estudios sobre corrupción. En estos estudios se afirma que las mega obras son la oportunidad de lujo para que los plutócratas, hagan de las suyas. La magnitud de las obras difícilmente permite un control del centavo y del detalle y ni que decir de los carruseles de contratación, que se convierten en un instrumento más de saqueo.

El maestro Echandía en sus días se preguntaba que el poder para qué. Aquí en Santa Marta y en el Magdalena algunos le han dado una respuesta indecente a la pregunta: ¡pues pa robar! Pero es que aprovecharse de la tragedia por la que estamos pasando como consecuencia del invierno "pa robar" además de ser censurable y un delito, es un acto de extrema bellaquería.

El diario EL INFORMADOR, en un editorial del día 19 de enero, le pedía a los políticos decencia y sensatez en el manejo del discurso político. Y este llamado además de oportuno, es necesario. Yo extiendo el llamado a todo el ejercicio de la política en general, desde la conformación de alianzas hasta la selección de candidatos. ¿Será que nuestros dirigentes serán capaces de hacer política decentemente, como caballeros? ¿Será que nuestros políticos podrán anteponer el bien colectivo a los intereses personales? Esperemos los candidatos para saber a qué atenernos.

Gobernar y gobernar bien, con gente honesta y capaz debe ser el imperativo entre nuestros dirigentes para seleccionar candidatos, y entre los electores a la hora de votar. Las circunstancias presentes demandan que tanto los gobernantes como los electores estemos a la altura del momento. Para reconstruir el país, y reconstruirlo bien, necesitamos que nos gobiernen bien, y esto último no podrá suceder si el ejercicio electoral próximo no es el triunfo de la democracia libre y participativa sobre los mercaderes de la política.

Comienza la cuenta regresiva y todos debemos estar atentos y vigilantes sobre si los invitados a la mesa de juego del poder, optan por jugar como caballeros o como pícaros. El desastre causado por el invierno, nos impone la obligación moral de resistir la tentación de las propuestas indecentes vengan de donde vengan.

Bueno es que todos recordemos en estos momentos el juramento a la bandera, que muchas veces hemos hecho pero que otras tantas veces hemos pisoteado:

"¿Juráis por Dios fidelidad a la bandera, y a nuestra patria Colombia, la cual es símbolo de una nación soberana e indivisible, regida por principios de libertad, orden y justicia para todos?

"Si juro", "Si así lo hicieres, que Dios y la patria os lo premien, o si no, que él y ella os lo demanden."

Ojalá que al ir a las urnas, lo hagamos patrióticamente y no sin antes haber renovado nuestro juramento de fidelidad a la bandera y a nuestra patria, y que al momento de meter el tarjetón en la urna sintamos la enorme satisfacción ciudadana de haber defendido los intereses legítimos de nuestra patria.



Más Noticias de esta sección