En el frondoso corazón del Parque Nacional Yasuní, de Ecuador, el delfín rosado del Amazonas tiene un santuario natural en el que refugiarse de su propio mito, ése que ha puesto a este cetáceo de agua dulce en peligro de extinción, por ser una codiciada presa de caza para atraer el amor y, a la vez, servir de carnada. Es en la confluencia de los ríos Cocaya y Aguarico donde se ubica el paradisíaco enclave que permite apreciar a los ejemplares de esta icónica especie nadar con gracilidad, juguetear y alimentarse incluso de la mano de los visitantes que llegan al centro de turismo comunitario Yaku Warmi. (Foto EFE/José Jácome)