Diálogos y violencia

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Los colombianos pensaron que al elegir al presidente Gustavo Petro, se acabaría el horror de la guerra, de los asesinatos y de la violencia en general. Lo que no saben los colombianos es que esa violencia, que día a día se incrementa en forma peligrosa, está a la vuelta de la esquina y cuando arremete lo hace sin piedad y misericordia, dejando con los brazos cruzados al Presidente y a su gobierno, que como bien lo dijo el embajador Armando Benedetti, ‘está muy mal parado’.

*Colombia volvió a vivir la violencia de la que se quiere alejar y que no la deja en paz. Hombres armados incendiaron siete grandes camiones que circulaban con carga por una de las principales carreteras del departamento de Norte de Santander, justo el día en que el Gobierno reinició en Caracas los diálogos de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, Eln. Tremenda bienvenida y recibimiento que le dieron a los diálogos, y los más importante es la lectura que dejan los guerrilleros sobre estos hechos violentos acaecidos: quieren los diálogos, pero siguen delinquiendo y secuestrado.




El ex presidente Iván Duque no se dejó chantajear; no permitió que los bandidos hicieran de las suyas y puso por encima la dignidad y la seguridad del país. No hubo diálogo, porque el grupo guerrillero no demostró buena voluntad y siguió en su proceso delictivo, secuestrado y asesinado, como están haciendo en la actualidad. 

Mientras el Eln sigue asesinando en Colombia, en una misma mesa, en un hotel de Caracas, los representantes los insurgentes y la delegación del gobierno nacional, arrancaron con el primer ciclo de negociaciones que tiene a Venezuela como país anfitrión, además de garante, un rol compartido con Noruega y Cuba. Los portavoces de la jornada coincidieron al expresar la confianza generada en este arranque de las conversaciones, que resultó en un comunicado conjunto en el que acordaron "reanudar con plena voluntad política y ética" este proceso, entendido como un reclamo "de los territorios rurales y urbanos que padecen la violencia y la exclusión". Lástima que no incluyeron cesar, mientras están conversando, los asesinatos sobre la población civil indefensa, al menos.
Es más aún lamentable, que Israel Ramírez, alias "Pablo Beltrán", haya expresado que los colombianos no se pueden ver como enemigos y también lamentable  que el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, haya expresado  que vienen asuntos importantes para el país, que incluye "transformaciones concretas en lo territorial", así como "retos concretos frente a los asuntos sociales y ambientales".
¿Por qué no incluyeron un apartado en donde rechazan todo tipo de violencia sobre el pueblo colombiano, y que los  asesinados, desaparecidos, torturados, secuestrados, toda esta clase de violencia generada por los alzados en armas, se repudia, o se suspenden al menos, mientras duran los diálogos de paz? 

La acción terrorista, que inauguró los diálogos de paz, dándole un funesta bienvenida, fue perpetrada por al menos cinco hombres armados con fusiles y que vestían prendas de uso privativo de los militares, interceptaron los vehículos en la carretera entre Cúcuta, capital de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, y Ocaña, la segunda ciudad de ese departamento. Según denunciaron los conductores de los camiones, los atacantes los interceptaron cuando circulaban por el sector de La Curva, donde los obligaron a descender de los vehículos y enseguida les prendieron fuego, para luego internarse en las montañas.

El relato de los hechos fue escalofriante, uno de los testigos del desafortunado hecho, relató  “que ahora mismo acaba de salir la guerrilla, delante del puente de la Sanjuana, sector La Curva, y acaban de quemar varias gandolas (camiones) y están haciendo disparos. Esto está delicado por aquí", fue la alerta enviada en un mensaje de audio a sus colegas, el camionero Luis Castañeda, uno de los afectados. En La Curva, que hace parte del municipio de Bucarasica, desde hace décadas hay una intensa actividad guerrillera tanto del Eln, que tiene fuerte presencia en la zona, como de las disidencias de las Farc, que llegaron en los últimos años, por lo cual las autoridades no han logrado determinar quiénes perpetraron el ataque.

Enseguida sucedieron los hechos la Gobernación de Norte de Santander convocó un consejo de seguridad con el propósito de abordar la situación de orden público y seguridad tras los hechos ocurridos y la Asociación de Transportadores de Carga, ATC, repudió el ataque e hizo un llamado enérgico en su cuenta de Twitter al presidente colombiano, Gustavo Petro, para que se garantice la seguridad de los camioneros y sus vehículos. 

"Contundencia y no más destrucción del sector", reclamó la ATC, que además pidió explicaciones a la Policía y al Ejército por la inseguridad en las carreteras; ahora hay que esperar las respuestas de estas inquietudes de los miembros asociados de transportadores que sufrieron este ataque por parte de los guerrilleros.



Más Noticias de esta sección