Camaleón político de candidato

Editorial
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Una de las cosas importantes de un político es su honestidad y probidad moral con su pueblo y consigo mismo; su coherencia ideológica, su nitidez y transparencia en sus actos y el decidir únicamente en función del interés general o bien común.

Esas características las reunía Alberto Lleras el estadista más estadista que ha producido América Latina, reconocido por el mundo, hasta el punto de que en su libro Jacqueline Kennedy expresó “que de todos los Jefes de Estado y personajes que había conocido en su vida el que más le había impactado era el presidente Alberto Lleras”.

Su pensamiento político era tan claro que lo que dijo ayer después de 2 lustros  lo repetía en la misma forma y luego en el ejercicio de sus dos presidencias ejecutaba y plasmaba aquello que él mismo había señalado en determinado momento. Hoy es bien difícil encontrar un político de esa naturaleza.

En la época actual son contados con los dedos de la mano los que se dedican a la política pensando en entregarse con altruismo, rectitud,  sentido del deber y de la responsabilidad,  poniendo toda su capacidad al servicio de sus conciudadanos. La mayoría piensan en ellos, por ellos y para ellos; sobre todo para aquellos que militan en los partidos leninistas que primero está el partido antes que su país y su componente humano. Además, conforme a su doctrina no les importa engañar, mentir, tergiversar y ser por consiguiente camaleones políticos con miras a obtener sus objetivos. Lo que dijeron ayer lo contradicen ellos mismos con su proceder, sus declaraciones y sus determinaciones; jamás son consecuentes y no conocen la decencia ni la dignidad.

Fidel Castro nunca antes de llegar al poder dijo que era comunista. Una vez al frente de los destinos de Cuba se destapó y no le importó declararse como tal. Chávez igualmente engañando a sus electores tan solo una vez electo como mandatario venezolano mostró su inclinación ideológica. Su primer viaje en el año 1994 al salir de la cárcel, fue a Cuba a visitar a su admirado Fidel.  El presidente del Gobierno español Pedro Sánchez manifestó que “no haré coalición con los comunistas pues no podría dormir tranquilo” y ha cohabitado con ellos sin sonrojarse y sin haber tenido pesadillas. 

El expresidente Santos para justificar sus bruscos cambios de parecer advierte: “de  que la política es dinámica y por ende deberemos ser flexibles y variar en las posiciones políticas”; por ello pasó de ser un furibundo antichavista antes de ser presidente a dar una voltereta de 180 grados al  expresar  siendo Primer Mandatario en su primera reunión con Chávez: “que lo consideraba su mejor amigo”.

Ahora ha llegado al descaro justamente para morigerar su actitud traicionera con el expresidente Uribe de manifestar: “que la traición es inherente a la actividad política”.

Siendo presidente puso de presente en lo referente al proceso de paz de que si “perdía el plebiscito renunciaría a la Presidencia”. Hecho que sabíamos que jamás iba a suceder. “Los delitos de lesa humanidad de los miembros del Secretariado de las Farc se castigarán con cárcel” y ahí están de representantes y senadores los forajidos de la guerrilla sin pisar un solo día un establecimiento carcelario.

El candidato Petro al observar en la última encuesta de la revista Semana que solamente el 1% votaría por un ateo, en forma inmediata en la manifestación en Barranquilla para captar los votos cristianos afirmó: “de que él como Jesús estaba al lado de los pobres”. Últimamente al igual que Chávez ha dicho que no es comunista pero está en permanente contacto con ellos. Incluso en los ‘zoom’ del bolchevismo aparece interviniendo y acaba de reunirse en Estados Unidos con Bernie Sanders. 

Carlos Gaviria q.e.p.d. decía: “Petro traiciona sus principios a cambio de un resultado electoral y es un tramposo porque cambia las actas del Polo Democrático”. Esas apreciaciones no son de sus enemigos sino de los que conocen de sobra sus pilatunas. El candidato Robledo lo cita a debatir y acepta el debate, pero no asiste o evade la controversia sobre temas petrolíferos. En su sentir no debemos ni explorar ni explotar petróleo sin analizar las funestas consecuencias de esa medida.

Es pertinente recordar que perteneció al M-19 grupo guerrillero de criminales patológicos que cometió cantidad de secuestros y asesinatos y que asaltó el Palacio de Justicia para cumplirles a los narcotraficantes, concretamente a Pablo Escobar  con la quema  de los expedientes atinentes a ellos mismos; previamente habían recibido varios millones de dólares.

¿La amnesia de los colombianos permitirá elegir a quién quiere que seamos otra Venezuela?



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