Desaparecieron las panderetas hechas con checas, los arbolitos cortados en los cerros y decorados con algodón, los carritos elaborados en madera, las cadenetas para decorar las calles, y la llegada del Niño Dios con el aguinaldo ya no es igual.
Por Mauris González Fajardo
Periodista EL INFORMADOR
Son muchas las tradiciones que se han perdido para la celebración de la época navideña y muchos se la atribuyen a los avances de la tecnología.
Hay quienes aseguran que las navidades de años atrás eran de mayor significado por las circunstancias y el entorno en las que se presentaban. La unión familiar prevalecía por encima de cualquier situación, y mucho más si esta se vivía en medio de las dificultades económicas que llevaban a los jefes del hogar a ingeniárselas para hacer de la temporada la más bella y placentera del año.
Esas personas de escasos recursos que lograron evidenciar esta linda época antes del año 2000 podrán recordar que, no era común la Navidad en la que no estuviera el núcleo familiar completo para cantar la Novena de Navidad así fuera sin natilla o sin buñuelos, pero con el ánimo de vivirla con alegría.
Pero, para hacerla más amena se recurría a las tapas de gaseosas o checas que ajustadas con clavos a un trozo de palo de escoba, o agrupadas a un pedazo de alambre dulce formaban la tradicional pandereta, la misma que fue desapareciendo poco a poco hasta llegar a ser reemplazada por las hechas en fábricas con modernos motivos y colores, y que hasta el día de hoy son utilizadas.
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Este corto recorrido por las tradiciones navideñas de años atrás, nos hizo llegar a otros elementos que con el pasar del tiempo perdieron figuración en la llegada del Niño Dios. Estos son los carritos que alegraron los 25 de diciembre de muchos infantes, y que fueron reemplazados inicialmente por los de batería y luego por los de control remoto. Los mueblecitos de madera también quedaron en el ‘cuarto de San Alejo’.
evidenciaba el verdadero sentir de la Navidad.
Cuentan los abuelos que, hacía parte de la tradición navideña de algunas familias de bajos recursos, ir al cerro con machete en mano para buscar el mejor árbol de un metro aproximadamente, cortarlo, luego pintarlo de blanco en ocasiones con cal, decorarlo con algodón, una que otra luz intermitente de color, y listo, se llenaba de alegría la casa, a diferencia de la época actual que se recurre a los pinos sintéticos.
Así mismo dicen los longevos al tiempo que se lamentan, que ya hasta la inocencia de los niños se ha venido perdiendo, y esto sí se lo atribuyen a los padres de familia.
las entregas de aguinaldos.
“Ya a los niños no los acuestan para que se duerman y que el Niño Dios les ponga el regalo en la cama y que ellos se despertaran manteniendo la creencia como se hacía antes. Ahora ya ellos, lo que tienen uso de razón saben que son los padres los que compran los regalos y eso ha hecho que poco a poco se pierda la esencia de lo que es la llegada del Niño Dios”, dijo Alejandro Montero.
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Contó Manuel González que, años atrás los vecinos de la cuadra se motivaban para embellecer la calle para lo cual, recogían un poco de dinero entre los que podían para comprar papel cometa, cuerda y yuca, si señores, yuca, para hacer el almidón con el que se pegaban y luego de una casa a otra formaban las hileras y quedaban decoradas, de manera rudimentaria, pero ahí estaba presente el espíritu navideño que se reflejaba además en los andenes que se pintaban así fuera con cal.
Son muchas las historias que cuentan los sabios abuelos referentes a la Navidad y las tradiciones que se perdieron y las que van por ese camino, pero lo lamentable de esto es que no existe una cultura que sea capaz de recuperarlas.
Seis tradiciones navideñas que están presentes
Armar el árbol de navidad: sin duda, armar el árbol es una de las actividades más comunes en el mundo por esta época y en la medida que pasa el tiempo, muchos hogares han decidido omitir de cierto modo el mes de noviembre y visten el árbol de navidad antes de que empiece diciembre.
Hacer el pesebre: armar el pesebre hace parte de una costumbre católica y también muy colombiana, aunque otros países latinos también tienen en común esta tradición.
Teniendo el pesebre, se crea un ambiente de expectativa y compromiso para hacer la Novena de Navidad y cantar villancicos.
Escuchar música de diciembre: otra costumbre es empezar a escuchar esos temas musicales que suben y alegran el ambiente. Sin importar su género, siempre es un alivio para la mente, el alma y el corazón y con lo que se escucha en este mes, queda claro que hay intérpretes y agrupaciones que nunca pasarán de moda.
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Los regalos: Es una de las tradiciones que más gusta, por la que muchos deciden hacer gastos adicionales en sus presupuestos. Esta va enmarcada en la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús y ese detalle hace parte del mensaje de gratitud que se le quiere transmitir. Una costumbre que está lejos de perderse, incluso en momentos tan difíciles para la economía general.
Estrenar ropa: Esta es una tradición familiar muy marcada y para muchos no se ha perdido, pues la idea es que, para las dos noches especiales de Navidad y Año Nuevo, la familia y sobre todo los niños, luzcan prendas nuevas.
Hacer la cena familiar
Organizar la mesa con un lindo centro, vajilla bonita y servilletas acordes a la ocasión puede ser una muy buena combinación para los platos típicos que se ofrecen en las noches de navidad y año nuevo.