Colombia avanza hacia la paz total: Inician diálogos con disidencias de las Farc

El compromiso de Colombia con la paz es un paso importante en la dirección correcta.

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Este tipo de pactos podría ser un ejemplo para otras regiones y ayudar a reducir la violencia en Colombia.


El proceso de paz en Colombia da un paso más hacia la resolución de décadas de conflicto armado. Camilo González, jefe negociador del Gobierno con el Estado Mayor Central (Emc), una disidencia de las Farc, ha destacado que Colombia está avanzando hacia el cierre del capítulo de las armas en las luchas de poder. 

Estas negociaciones se basarán en el acuerdo de paz de 2016, un hito importante en la historia colombiana, firmado entre el Gobierno y la antigua guerrilla de las Farc. Sin embargo, es importante señalar que algunas disidencias, como el Emc, optaron por no unirse a este proceso de paz y continuaron sus actividades armadas.


El proceso de paz ha enfrentado desafíos y desencuentros, pero la apertura de estas conversaciones representa un paso significativo hacia la reconciliación y la estabilidad en Colombia. Si bien la mesa de diálogo aún no se ha instalado oficialmente, ya se han llevado a cabo reuniones entre las dos delegaciones y se ha emitido una declaración conjunta, lo que es un avance positivo.

Uno de los puntos clave del Gobierno en estas negociaciones es garantizar la seguridad y bienestar de las comunidades afectadas por el conflicto. Esto va más allá de cumplir con las normas del Derecho Internacional Humanitario; implica implementar prácticas efectivas que protejan la vida humana y el entorno natural. La vida y la promoción de comunidades con mayor autonomía y menos presencia de grupos armados son fundamentales en este proceso.

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Las comunidades locales desempeñarán un papel esencial en la construcción de la paz en Colombia. La participación activa de las personas solo será posible si no están bajo la constante amenaza de la violencia armada. Por lo tanto, el cese de hostilidades y la creación de un entorno seguro son elementos cruciales.

En cuanto a los temas concretos de discusión, se han mencionado acuerdos relacionados con la situación económica y social de las comunidades, como la protección del medio ambiente y la lucha contra la deforestación. Además, se han planteado acuerdos inmediatos en cuestiones de derechos humanos, Derecho Internacional Humanitario, desminado, reclutamiento de indígenas y menores, y desplazamiento, entre otros.

El proceso de paz se llevará a cabo en la región del Catatumbo a partir del 8 de octubre. Una característica interesante de esta zona es un acuerdo informal de no agresión entre disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (Eln). 

A pesar de los desafíos y las diferencias que puedan surgir en el camino, Colombia está en una trayectoria que apunta al cierre de un ciclo de décadas de conflicto armado. Los indicadores de violencia han disminuido en comparación con el período anterior a 2016, lo que sugiere que existe una dinámica hacia la paz. Sin embargo, el éxito de este proceso requerirá un amplio acuerdo político y unidad nacional.

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