Mientras se espera una solución definitiva por parte del gobierno departamental, el alcalde Galindo ha tomado algunas medidas paliativas para aliviar la crisis.
Dos años después de las primeras denuncias por el mal estado del alcantarillado en El Retén, la situación sigue siendo la misma: aguas negras recorriendo las calles, enfermando a niños y ancianos, y una empresa, Aguas del Magdalena, que parece no importarle el bienestar de la población.
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El alcalde Jesús Galindo, visiblemente molesto, ha calificado la situación como una "emergencia sanitaria" y ha acusado a Aguas del Magdalena de "apatía, irresponsabilidad y ceguera". El mandatario ha señalado que la empresa ha construido un sistema de alcantarillado "obsoleto y sin mantenimiento", lo que ha provocado el derrame de aguas contaminadas en las calles.
Galindo ha hecho un llamado al gobernador Rafael Alejandro Martínez para que intervenga en la crisis y exija a Aguas del Magdalena que solucione el problema de una vez por todas. El alcalde ha recordado que el gobernador fue elegido por el pueblo de El Retén y que ahora le toca "ser doliente de la familia retenera".
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Medidas paliativas y falta de soluciones definitivas
Mientras se espera una solución definitiva por parte del gobierno departamental, el alcalde Galindo ha tomado algunas medidas paliativas para aliviar la crisis. Se ha contratado una máquina Vactor por 15 días para realizar trabajos de mantenimiento en el alcantarillado, y se están realizando labores de limpieza en las calles afectadas.
