Como si no existiera un mañana, ciudadanos y turistas en Santa Marta salieron este lunes festivo de manera desenfrenada a los diferentes balnearios de la capital del Magdalena. Y aunque el Gobierno Nacional decretó la reapertura económica para todos los sectores a partir del 1 de junio, la aplicación de los protocolos de bioseguridad sigue vigente.
Sin embargo, en Santa Marta el cumplimiento de las normas de bioseguridad exigidas por el Ministerio de Salud no se están ejecutando de manera adecuada, pues muchos de los ciudadanos no hacen el uso adecuado del tapabocas ni guardan el distanciamiento social exigido para prevenir los contagios.
El lente fotográfico de EL INFORMADOR realizó un recorrido por los balnearios como Bonda y Minca y se logra evidenciar el mal comportamiento de los visitantes, quienes en su afán por disfrutar de los sitios turísticos que ofrece la ciudad se olvidan de los estragos que ha ocasionado el covid – 19 en la capital magdalenense y en Colombia.
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Por otra parte, esta casa periodística conoció que en Minca muchos de los establecimientos comerciales que están ubicados a la orilla del río pusieron las sillas y mesas plásticas, hecho que ha generado el maltrato al lecho.
Asimismo, se conoció muchos de los locales comerciales utilizan música a alto volumen, olvidando que estos ruidos dispersan y aturden a las especies que habitan en el espacio ecoturístico.
Ante la situación, turistas que disfrutan del lugar hacen un llamado a las autoridades pertinentes con el propósito de frenar estas acciones que afectan la naturaleza.
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