La iglesia católica la reconoce como santa, más no virgen, es patrona de las amas de casa, hoteleros, cocineras, sirvientas, lavanderas y hermanas de la caridad.
Marta de Betania, nuestra patrona, nació en Jerusalén. Hija de Syrus y Eucharia, su hermano mayor se llamaba Lázaro de Betania y su hermana menor tenía como nombre María de Betania (no es la misma María Magdalena, ni Magdalena, ni la virgen).
Su nombre en arameo significa “señora, jefe de hogar”, siendo reconocida como una mujer muy servicial. Es una figura bíblica que aparece en el Nuevo Testamento en los Evangelios de Lucas y Juan, residenciada en la aldea de Betania en cuya casa Jesús se hospedó en tres ocasiones.
Marta, como hermana mayor, era la responsable de la casa, de los quehaceres y atenciones de visitas, llena de energía, hacendosa y activa. Era la encargada de traer el agua para las abluciones, las toallas y perfumes; guiaría al huésped hasta el recibidor, le ofrecería la silla, encendería el fogón, prepararía los alimentos, traería los higos, arreglaría las alcobas, prepararía la mesa con la vajilla, traería las bandejas y las jarras.
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La primera de las biografías que se conservan de santa Marta es la de Marcela y Sínteques, del siglo XII, escrita en Tarascón. Del siglo XIII son las de Vicente de Beauvais en el Speculum historiale (muy abreviada) y la de Jacobo de la Voragine, breve también.
Según las creencias católicas, santa Marta, después de la Ascensión del Señor, fue deportada y puesta en un barco sin velas para que pareciese; sin embargo, logró llegar al puerto de Marsella donde se estableció y donde se originó lo que cuenta la leyenda
Según A. Scattigno, la iconografía más difundida de santa Marta la representan como una
sirviente entre los muros domésticos, con el delantal y las llaves en la cintura; cuya revalorización surge a partir del siglo XII por los movimientos religiosos femeninos y
por las nuevas órdenes, como los humillados, los franciscanos y los dominicos. A esta revalorización de la figura de santa Marta en el mundo laical y en la vida conventual
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puede sumarse el Beato Angélico que, en el convento dominicano la representa en la escena de Getsemaní, junto a María en oración con Jesús.
El dragón, totalmente amansado y cabalgado a horcajadas por Santa Marta, quedó como motivo iconográfico perfecto y significativo al que podían recurrir cada año los inventores y fabricantes de monstruos para representar al mal, vencido y sometido por el bien. Dedicada a sus oraciones y ayunos, murió en Tarascón, Francia, siendo enterrada en la cripta de la Église Collégiale Sainte Marthe. Según la tradición, las reliquias de santa Marta fueron encontradas en 1187 y conservadas en su santuario de la ciudad francesa de Tarascón.
Santa Marta de Betania, patrona de ciudades
Además de nuestra ciudad, santa Marta de Betania es patrona de varias ciudades de Europa y América donde celebran sus festividades el 29 de julio:
En España:
Villajoyosa (Comunidad Valenciana) donde se celebran las fiestas de Moros y Cristianos celebradas entre el 24 al 31 de julio.
Santa Marta de los Barros (Badajoz) donde existe vagón de tranvía en la plaza Mayor en honor de aquella ciudad suramericana que se conoce por una famosa canción que tiene tren, pero no tiene tranvía.
Santa Marta de Tormes (Salamanca).
-Los Molares (provincia de Sevilla).
-La Algaba (provincia de Sevilla)
-Martos (Jaén).
-Ortigueira (La Coruña).
En Francia es patrona de:
-Tarascón.
-Marsella.
En Italia es patrona de:
-Gadoni.
En Costa Rica es patrona de:
-Ciudad Neily.
