La familia cumple un papel clave en la formación de los jóvenes que están próximos a entrar a la universidad y si reciben el apoyo emocional de su familia podrán formarse adecuadamente y tendrán más posibilidades de alcanzar el éxito profesional.
La etapa universitaria no solo está llena de clases enriquecedoras y de experiencias inolvidables, sino también de muchos desafíos y obstáculos personales y académicos. Por ese motivo, cuando existen escenarios retadores frente a esos jóvenes que están por iniciar esta etapa de la vida, lo ideal es recibir el apoyo y respaldo de sus familiares.
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Así lo mencionó en entrevista la psicóloga y especialista en Derechos Humanos, Vanesa Iguarán, quien habló sobre la importancia del rol de la familia en los jóvenes universitarios. Para la profesional, muchos padres creen que ocuparse de la mensualidad de la universidad es la única forma que tienen para contribuir en la educación de sus hijos, pero se equivocan.
Según la Psicóloga, un estudiante que cuenta con el apoyo emocional de su familia, además del apoyo económico, experimentará un intenso deseo de querer destacar en los estudios. Asimismo, estará más motivado y dispuesto a permanecer en la universidad y a superar las dificultades que se le presenten en el escenario académico y en la vida.
“Lo único importante no es sólo las buenas calificaciones, no hay que dejar a un lado la inteligencia emocional, es importante saber que su hijo está bien anímicamente, sentimentalmente, académicamente, saber controlar las emociones, hacerles saber que está bien sentirse triste, frustrado, estresado, todas esas emociones. Es importante siempre buscar la inteligencia emocional y mantener una buena salud mental”.
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Por otro lado, la psicóloga Vanesa Iguarán afirma que es recomendable que los padres mantengan la comunicación con sus hijos para que conozcan sus emociones, lo que está pensando y así conocer o familiarizarse con la cotidianidad académica. Así, tendrán los conocimientos suficientes para apoyarlos y guiarlos en su camino de crecimiento académico y profesional.
“El rol que siempre tiene la familia es ser apoyo, es ser ese soporte que una persona quiere tener siempre. Nosotros cuando entramos a la universidad estamos llenos de expectativas, un mundo nuevo el cual vamos a recorrer. Ese es el rol, un acompañamiento, pero sin sobreprotección”, mencionó Vanesa.
La sobreprotección y el desinterés
Aprovechó para referirse a que existen dos límites a la hora de cumplir el rol como padres y son la sobreprotección y el desinterés absoluto, ya que la sobreprotección crea dependencia y el desinterés es desmotivante para el joven. “Que nuestros hijos sepan que vamos a estar ahí, pero cuando ellos nos requieran, cundo nos cuenten sus cosas y aportemos lo que pensamos, lo que queremos para ellos y no hacerlos sentir que no pueden hacer sus cosas por sus propios medios. Por eso le digo a los padres a que tengamos un punto medio para dejar ser a nuestros hijos”.
“El rol que siempre tiene la familia es ser apoyo, es ser ese soporte que una persona quiere tener siempre”.
