¿Jornada única o completa, la verdadera solución?

El sólo anuncio de la jornada escolar completa ha despertado amplios respaldos, por sus indiscutibles beneficios educativos y sociales. La dificultad radica en su implementación, que demanda cuantiosos recursos públicos, provoca resistencias corporativas, entraña cambios en la vida cotidiana de las familias y conlleva variaciones sustanciales en la organización y funcionamiento de los colegios

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Las recientes pruebas Pisa, encendieron la alarma sobre el nivel de calidad de educación que reciben los niños y jóvenes en los colegios a cargo del Gobierno.

Como solución el gobierno, implementó una jornada única en remplazo de las actuales, para de algún modo dar un mejor acompañamiento al estudiante y así fortalecer las habilidades de este en las diferente áreas; sin embargo, llama la atención el hecho de que hace muchos años en Colombia los colegios manejaban esta jornada única.

Anteriormente los colegios mantenían a sus estudiantes la gran parte del día dentro de la institución, el momento libre que tenían, era la hora que se daba para que estos fueran de regreso a casa a almorzar. Mecanismo que cambio debido a la necesidad de mayor cobertura educativa en el país.

Las dos jornadas que conocemos, mañana y tarde, fue lo que permitió al gobierno brindar educación en casi todo el territorio colombiano, debido a que dio la oportunidad de educar a más gente evitando la construcción de planteles adicionales que requerían la inversión de grandes cantidades de dinero.

Actualmente, en Colombia la gran mayoría de colegios del sector privado manejan la jornada única y según resultados en pruebas nacionales e internacionales los niveles de desempeño son de nivel sobresaliente y bueno, por otro lado, casi todos los colegios oficiales laboran en dos jornadas y como resultado los niveles de desempeño obtenidos son de nivel básico y bajo.

Jornada extendida o completa

Las escuelas de jornada completa o extendida son aquellas en que sus estudiantes, principalmente de nivel primario, están cerca de ocho horas en clases.

Este modelo se contrapone usualmente al de media jornada, en que algunos grupos de alumnos asisten a la escuela en la mañana y otros en la tarde.

El origen de las escuelas con jornadas extendidas proviene del interés de las clases altas para lograr que la socialización de sus hijos se diera en espacios cerrados, sin presencia de otros grupos sociales.

Posteriormente, esta idea cambió y fue adoptada por otras clases sociales, especialmente a medida que la mujer fue incorporándose al mundo laboral y necesitaba de un lugar que pudiera cuidar a sus hijos.

En la actualidad, estas escuelas han sido desarrolladas con otros fines, incluyendo la extensión de las actividades de sus estudiantes. Así, no sólo desarrollan el currículo oficial sino también una serie de actividades alternativas como talleres artísticos, actividades deportivas, programas solidarios y comunitarios.





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