Los cínicos intocables

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Escrito por:

Fuad Chacón Tapias

Fuad Chacón Tapias

Columna: Opinión

e-mail: fuad.chacon@hotmail.com



Por lo visto, algunos burlescos personajes que son noticia todos los días en la vida política de Colombia nunca se cansarán de acribillar la esperanzas de un país mejor que una amplia mayoría aún conservamos. Son maestros en hacer el comentario preciso que desmorona la fe de un mejor porvenir, gozan de la facilidad paradójica de recordarnos cada tanto que en este país nada ha cambiado, que los mismos siguen en las mismas y que ellos siempre se saldrán con la suya.

El turno de esta semana en el patíbulo de nuestras frustraciones fue auspiciado con creces por Javier Zapata, el magnánimo togado que funge como orondo presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien sin el menor atisbo de vergüenza llenó de sabiduría los medios de comunicación al asegurar que "las pensiones de los magistrados son intocables". Una máxima ridícula y traída de los cabellos que emula la misma lógica del estilo Nule con "la corrupción es inherente a la naturaleza humana", ambas buscando justificar unos intereses personales ponzoñosos que defienden a capa y espada.

No siendo ello suficiente, el magistrado Zapata remató su brillante lapsus agregando que de llegarse a intervenir éstas debería ser sólo para aumentarlas. La cereza descarada que le faltaba a este helado con sabor a desfachatez, definitivamente. En otras palabras, mientras en Colombia el derecho a la pensión es cada vez más un lujo al que pocos acceden, sin contar los pocos dentro de esos pocos que reciben un monto medianamente decente, el presidente de la Corte Suprema de Justicia no quiere acogerse al tope legal porque él es un intocable.

Magistrado Zapata, no sea cínico. Deje de aferrarse tercamente a su blandengue argumento de los derechos adquiridos y la susodicha independencia de la rama judicial, encare la realidad de un sistema pensional que se desangra. Usted no tuvo la culpa de la crisis, pero cediendo en parte sus beneficios exorbitantes puede ayudar con la solución. El máximo de $15 millones que la ley establece le alcanza para llenar una piscina con su güisqui favorito y nadar en ella, se lo aseguro.

Ojalá que la Corte Constitucional no tema levantarse contra el carrusel de pensiones que todos en el Palacio de Justicia conocen, pero que sólo se sostiene como rumores que se lleva el bochorno de las 4 de la tarde. Ojalá no deje que influyan las palabras necias de ciertos avaros jueces a los que el bolsillo les pesa más que su consciencia y siga con paso impertérrito la ponencia positiva del magistrado Pretelt.

Hay que replantear la jubilación de los cínicos intocables, porque este país merece volver a confiar en una desdibujada y corrompida justicia, porque lo que presenciamos esta semana no sólo es una bellaquería sino también un abuso abiertamente inconstitucional.

Obicter Dictum: Uribe le allanó el camino a Santos para que fuera presidente y con el tiempo su amistad saltó en astillas por el poder. Ahora, Santos le está allanando el camino a Vargas Lleras para que sea presidente, sólo el tiempo dirá si tendremos un déjà vu político.