Una de las promesas de campaña del presidente Gustavo Petro fue eliminar las EPS para garantizar un sistema de salud optimo que llegue a todos en igualdad de condiciones, lo cierto es que esa propuesta utópica solo queda bien en el papel porque en la ejecución sería darle más paso a la corrupción que tanto azota a nuestro país.
El Gobierno Nacional presentó el pasado 13 de febrero la reforma a la salud en medio de un evento aparatoso con el cuál pretendían dar un golpe de opinión que dejara buenas sensaciones, pero por el contrario este generó más polémica. Fue tanto el afán del Presidente de demostrar que su reforma a la salud era apoyada por la ciudadanía que citó marchas para sus adeptos, sin embargo, el objetivo no se logró y se evidenció un descontento inmenso.
Lo más rimbombante de esta reforma es que los servicios de salud pasarán a las entidades del Estado tal cual como se manejaba hace 30 años, es decir, a las Alcaldías y Gobernaciones. El peor error del Presidente de la República es creer que la salud mejorará en manos de los políticos, cuando ya se ha visto que aun en el sistema mixto, los políticos hacen de las suyas con los recursos de la ciudadanía.
Ahora bien, según la última Encuesta Nacional de los servicios de EPS realizada por el Ministerio de Salud, el 83% de los afiliados recomendarían su EPS, mientras que el 79% dice que los servicios que reciben son buenos o muy buenos. Conociendo estas cifras, los ciudadanos colombianos quedamos con una duda simple, pero enorme: ¿por qué acabar lo que se demuestra que está funcionando bien?, esa respuesta solo la sabe el presidente Petro y la Ministra de Salud Carolina Corcho que, de por sí, poco ha sabido explicar la reforma.
Recientemente se filtró una carta firmada por Alejandro Gaviria, quien se desempañaba como Ministro de Educación; José Antonio Ocampo, Ministro de Hacienda; Cecilia López, Ministra de Agricultura y el Director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González donde expresaban su preocupación por lo que sucedería con las EPS. Al parecer, este documento no le agradó al Presidente y decidió remover del cargo al ministro Gaviria dejando claro que este gobierno no permitirá ninguna observación por mucho que se busque una mejora en el sistema.
Honestamente, considero que la salud en el país sí necesita un cambio, pero también estoy seguro que el sistema no es nefasto como quieren hacer creer los políticos que hoy manejan este sector del país. Pues, según Brand Finance, Colombia ubica tres hospitales entre los 100 mejores a nivel mundial, lo que realmente nos muestra que, a pesar de las falencias, la salud del país anda bien y las mejoras se tienen que realizar bajo lo construido.