Hay que reconocer el trabajo duro y parejo que adelantó el expresidente Iván Duque Márquez, en favor de la transición energética, y que hoy vale para que nuestro país vaya a la vanguardia en el sector de gran importancia para el medio ambiente y los otros entornos con relación a este tema.
La transición energética refiere a un cambio significativo en un sistema de energía que podría estar relacionado con un factor o con una combinación de factores tales como estructura de sistema, escala, economía y política energética y generalmente se define como un cambio estructural a largo plazo en un sistema energético, a diferencia de un cambio en una tecnología energética o en una fuente de combustible en particular.
Históricamente, las transiciones energéticas constituyeron en general eventos prolongados, que se desarrollaron durante muchas décadas. Esto no se aplica necesariamente a la transición energética actual, que se desarrolla bajo políticas y condiciones tecnológicas muy diferentes.
La transición energética actual surge por la necesidad de acciones climáticas para mitigar el calentamiento global. Para mantenerse dentro de los 1.5 °C que propone el Acuerdo de París, es necesario detener las emisiones de gases de efecto invernadero para 2040 o 2050 y esto implica descarbonizar los sistemas energéticos; es decir, abandonar los combustibles fósiles como el petróleo, el gas natural, el lignito y el carbón, y reemplazarlos por fuentes que no generen o generen bajas emisiones como el combustible nuclear, uranio, y las fuentes de energía renovable eólica, hidroeléctrica, solar, marina, undimotriz, entre otras.
La cosa no es tan fácil; además lograr las cero emisiones netas de carbono para 2050 que requerirá hasta USD$173 billones en inversiones en la transición energética, lo más importante también es la socialización del tema con la comunidad en general, que debe cumplir, entre otras medidas de eficiencia energética, iluminar las estancias con luminaria led; instalar baterías de condensadores para compensar la energía reactiva; controlar el consumo de los dispositivos eléctricos a través de contadores de telemedida e instalar placas fotovoltaicas para producir energía propia, como medidas primarias de ayuda al problema climático. Costoso para los hogares colombianos.
Mientras la labor de los gobernantes es seguir en la lucha y así lo cumplió Colombia, que ocupó el cuarto puesto en el escalafón de procesos de transición energética del mundo, en un ránking entre 107 mercados emergentes y 29 naciones desarrolladas, así como está entre los 20 destinos más apetecidos por los inversionistas del sector en el mundo, ojala todos estos logros no le eche para atrás la Ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, que a punta de decrecimientos, quiere lograr una transición energética a su manera.
En este ranking, Colombia solo está por detrás, en el escalafón, de Chile, India y China, mostrando claramente que la transición energética en Colombia va a buen paso gracias a lo logrado en el periodo presidencial anterior y solo se espera, que el Ministerio de Minas y Energía, siga en su tarea de generar nuevas energías renovables para beneficio del país y seguir el camino que abrió el ex presidente Duque y que ahora está arrojando resultados positivos.
Esta es la primera vez que Colombia aparece como uno de los países líderes en esta materia, algo que dice la agencia de promoción ha sido impulsado por las políticas de Estado en energías limpias y los incentivos. El país tiene además, potencial para la inversión en los sectores eólico y solar, que son pilares de la transición a energías limpias y hacen parte de los programas bandera del gobierno nacional; de acuerdo con los análisis de BloombergNEF, Chile, Colombia, Brasil y Perú son los países más atractivos para la inversión en energías renovables en Latinoamérica y a su vez se encuentran entre los 20 más apetecidos por los inversionistas del sector en el mundo.
Por otra parte, Colombia también cuenta con una participación sobresaliente en el Índice de Desempeño del Cambio Climático 2023m, que fue desarrollado por el NewClimate Institute y el Climate Action Network de Alemania y al respecto nuestro país. Colombia, Egipto y Filipinas obtienen los mejores resultados en el indicador de uso eficiente de la energía, mientras que naciones como Canadá, Kazajistán y Finlandia ocupan las últimas posiciones. De acuerdo con el Índice de Transición Energética, ETI, del Foro Económico Mundial, Colombia es el tercer país de la región que más avanza en la materia con 65,9% y por ello se debe adelantar una activa promoción, apalancada en la recientemente lanzada estrategia de atracción de inversión sostenible para atraer nuevas iniciativas y proyectos de energías renovables de mercados como, Reino Unido, Francia, España, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Chile, China y Japón, entre otros.
