Los países que implementaron el voto electrónico después de la falta de transparencia y las fallas que se presentaron en el ejercicio eleccionario decidieron suprimirlo y prohibirlo ya que vislumbraron fraudes electorales y etsa determinación hizo que se volviera a la papeleta normal; esto aconteció en el Reino Unido, Alemania, Finlandia, Holanda y Noruega.
En los Estados Unidos igualmente en las últimas elecciones presidenciales se originaron errores protuberantes con el voto electrónico. Los Republicanos han considerado que hubo manejos fraudulentos; en suma, los softwares manipulan u ordenan logrando los objetivos electorales.
En aquellas naciones en las que los bolcheviques han ganado en Suramérica, es decir en Venezuela, Perú, Chile, Colombia y últimamente en Brasil, en las poblaciones alejadas de cada una de la capital ha habido un incremento de votos fuera del normal y de esa manera han ganado por una diferencia mínima las candidaturas de izquierda intransigente esto es Maduro, Castillo, Boric, Petro y Lula. En consecuencia, en estos comicios presidenciales relacionados, el sentir generalizado es que funcionaron las maquinarias engañosas.
En Brasil y Venezuela el voto electrónico con su respectivo software de Indra ha funcionado para favorecer a Maduro y a Lula. El Ministerio de Defensa brasilero está exigiendo una auditoría internacional que examine los datos del software; en Colombia, en igual forma, Indra puso a Petro en la Presidencia.
Nuestra historia es conveniente recordarla. Se observaron claras y fehacientes irregularidades tanto en las elecciones legislativas como presidenciales. No hay duda de que en efecto fueron fraudulentas ambas elecciones. El Registrador Alexander Vega Rocha, trabajó en Telesur en el gobierno de Chávez; amigo de Petro, y fueron los únicos que tuvieron contacto directo con los directivos de la empresa Indra en su sede en Madrid.
Ante estas relaciones tan evidentemente estrechas del hoy Presidente y el Registrador y de los dos con Indra, Acore, la organización de los oficiales retirados de las Fuerzas Militares, el Expresidente Pastrana y la Vicepresidenta del gobierno anterior y la ex vicepresidenta, Martha Lucía Ramirez, pusieron de manifiesto los manejos fraudulentos que se iban a suceder.
Curiosamente presidía el Consejo Nacional Electoral, Luis Eduardo Pérez, también marxista como el presidente Petro. Tanto Acore como el expresidente Pastrana y la ex vicepresidenta Ramirez, le pidieron al Registrador las aclaraciones pertinentes y sus respuestas demoradas y poco convincentes no esclarecieron el asunto.
El ex presidente Duque percibió que no había transparencia y por conducto del Ministerio de Hacienda entregó a la Registraduría y a la entidad nacional electoral, 3.200 millones cuya finalidad era contratar una auditoría internacional que debía revisar los softwares de conteo, reconteo y escrutinio de las elecciones para Presidente de la República y desde luego los responsables de hacer tal contratación, dado que no les convenía jamás lo hicieron; no se conoce en qué invirtieron ese dinero.
El resultado fue productivo para el Pacto Histórico que ganó 4 curules más en el Senado y la Presidencia de la República. Pero lo inexplicable a pesar de los cuestionamientos, las anomalías y las acusaciones al Registrador Vega Rocha, es que ni siquiera la Procuraduría lo sancionó con una suspensión a efecto de que no estuviera al frente de la Registraduría durante las elecciones presidenciales; por consiguiente, lo más importante es que en las próximas elecciones en el 2023 no vuelva a suceder lo mismo.
Pero Vega Rocha sigue haciendo de las suyas y quiere establecer el voto electrónico y está organizando las reglas de juego electoral con miras a las futuras elecciones; increíble pero cierto, más aún cuando hay mensaje de urgencia para que se apruebe su propuesta. Si logra su propósito, y es factible que así sea, los gobernantes serán, de aquí en adelante, como acaece en Venezuela, los candidatos del Pacto Histórico.
Los partidos tradicionales ya recibieron la mermelada por tanto no están en la jugada. Se requiere que Centro Democrático, Cambio Radical y los gremios empresariales hagan causa común y eviten a como dé lugar que Vega Rocha salga con la suya. Nos corresponde defender nuestro sistema democrático, es el porvenir de todos, es evitar la aplanadora petrista, es respirar nuevamente el aire de la controversia limpia y cerrarnos los demócratas alrededor de los principios que nos legaron nuestros héroes para que esta patria sea respetada y libre.
Debe haber un bloque indisoluble de los políticos ajenos al gobierno con los hombres de empresa con el único fin de que las reformas electorales no sean las que convengan a los leninistas sino a todos los colombianos, para que se pueda ver el futuro con tranquilidad y no se pierda por completo la democracia.
La idea petrista es perpetuarse en el poder.
