Falta de coherencia y de criterio

Editorial
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Ciertamente estamos alarmados, sorprendidos, pero sobre todo preocupados, por qué el actual gobierno petrista por querer hacer más hace menos: entre los ministros se contradicen, todos opinan sobre temas que no son inherentes a su cartera y el bombero ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, apaga todos los incendios; ante los choques ministeriales el Presidente Petro nombró como el vocero del gobierno a Alfonso Prada, Ministro del Interior. 

No hay claridad en la hoja de ruta a pesar de que el jefe de Estado sí sabe muy bien para donde va. Sus pretensiones no son otras que instaurar y ya se nota una dictadura marxista; verbigracia, interviene en las decisiones de la Junta Directiva de Ecopetrol destituyendo a Carlos Gustavo Cano a quién habían nombrado sus miembros como Presidente de la misma; pone su ficha como si estuviese manejando marionetas situación única ya que no había habido injerencia presidencial de esta naturaleza. 

La Reforma Tributaria la redujeron en su monto por cuanto pasó de 50 a 20 billones de pesos, gracias a su maquinaria política y la mermelada untada a los partidos históricos que le dieron lugar a su rápida aprobación; pero, lograron lo que más les interesaba que era gravar a Ecopetrol ya que de los 20 billones de esta reforma le corresponde a esta empresa un aporte de 9 billones. 

El presidente Petro no puede ver el petróleo ni el carbón; por ejemplo, en Egipto, en la cumbre COP27, del cambio climático repitió que los países productores petrolíferos no deben a partir de ahora explorar y explotar ya que su idea es que no consuman petróleo ni carbón, como si fuese una orden perentoria; es decir, es el hombre iluminado que bajó del cielo a dirigir el mundo. Desde luego son palabras necias cuyo eco y apoyo solo lo recibe de Nicolás Maduro, su mejor amigo, como Santos con Chávez.

Los hidrocarburos son nuestra principal fuente de divisas, de ingresos fiscales y de regalías y genera la mayor inversión extranjera directa. Ningún país ha tomado ni tomará estas medidas tan disparatadas y absurdas ya que golpearán al sector que ha permitido los programas sociales. 

La teoría del decrecimiento de la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quién hace y dice lo que le indica el Presidente, fue refutada en forma categórica por la economista internacional María Mazzucato quién afirmó en su visita a Colombia de que “la riqueza hay que crearla para distribuirla, si no, no hay que distribuir”.

El presidente Petro dijo: “uno de los peores sistemas de salud del mundo es el colombiano y además el gobierno del expresidente Duque manejó muy mal la pandemia”. Esa declaración tiene como fin justificar lo que su ministra Corcho, de la cartera de Salud, ha manifestado en el sentido del revolcón al sistema de salud. Vale la pena recordar que ella es la autora de la quiebra de la empresa de la salud en Bogotá y por eso la premiaron con el ministerio, y ahora quiere implantar el modelo cubano y venezolano, en el país.

El gremio médico protestó argumentando que pese a las fallas inocultables se tenía una cobertura del 95% y se puede mejora aplicando correctivos. Entre los 10 mejores hospitales de América Latina hay 5 colombianos y como para quedarse callados con el tema de la reforma a la salud, simultáneamente la revista prestigiosa “The Economist” daba respuesta a la aseveración imprudente del señor presidente, en un artículo en el cual Colombia está entre las TOP 10 mejores naciones del mundo en el manejo de la salud, específicamente en lo concerniente a la inclusión. 

En cuanto a la pandemia de Covid-19, se olvidó el primer mandatario de que La OMS y Ocde, consideraron que Colombia era de los países de mejor manejo de esta grave situación sanitaria; tanto sería, que el expresidente Duque había sido nombrado asesor de la OMS. 

Nuestro presidente es de doble moral. Antes pregonaba cerrar la puerta de la paz a los delitos de lesa humanidad y hoy la abre de par en par dado que ya pueden ser condonables.

Sus proyectos de obras como en la Alcaldía, son utópicos, como el tren elevado que uniría el interior con la Costa Pacífica al estilo Goyeneche, el loquito simpático que entretenía a los estudiantes universitarios cuya idea bandera era pavimentar el río Magdalena. Enrique Gómez candidato presidencial manifestó: “da la impresión de que Petro quisiera acabar con el país” y la verdad es que evidentemente ese es su propósito destruir a Colombia. 

El dólar a más de cinco mil pesos deterioró el salario mínimo, bajó de 282 USA a 195.  Una inflación del 12% la más alta en lo corrido del siglo, lo que sería un peligro por el cierre de empresas, aumento del desempleo y del costo de vida; es decir, en síntesis, incremento de la pobreza. 

Panorama deplorable, funesto pero cierto.