Convencidas de que el crimen del que fue víctima la pareja de antropólogos, Nathalia Jiménez y su esposo Rodrigo Monsalve, sus familias se mantienen en que la acción criminal no fue para robarles el carro, por lo que piden a las autoridades llegar hasta el fondo de las investigaciones y que se determinen las verdaderas causas.
Así lo dijo a EL INFORMADOR, Ximena Cáceres, madre de Natalia Jiménez, quien indicó además que, de acuerdo a la situación, detrás de este hecho hay algo más allá del hurto, argumentando que el vehículo en el que se movilizaban los recién casado no lo habían desvalijado y que estaba intacto a pesar de haber pasado varios días hasta cuando se dio con la captura de los responsables.
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En medio de lágrimas la señora Cáceres exigió justicia, al tiempo que señalaba que, ante su insistencia por que se llegue a la verdad de los hechos, vaya a ser objeto de amenazas.
Describió a su hija y a su yerno como una pareja alegre, servicial, que no tenía problemas con nadie y mucho menos había recibido amenazas de muerte.
Terminó por exigirle a la Fiscalía y a las autoridades competentes para que enfilen las investigaciones hacia donde debe ser.
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Como se sabe, la mañana del 23 de diciembre de año pasado los antropólogos fueron hallados muertos, encapuchados y con tiro de gracia en sitio en área rural de la vereda Perico Aguao, jurisdicción del corregimiento de Guachaca, en Santa Marta, luego que el 20 de ese mismo mes emprendieran viaje hacia Palomino en donde pasaría su luna de miel.
