Con alrededor de 1903 especies, el país es el número uno en diversidad de aves en el mundo.
Con la promulgación de la Ley 2373 del 12 de julio de 2024, Colombia reafirma su compromiso con la conservación del medio ambiente y el desarrollo rural sostenible mediante la promoción del turismo de aves, conocido como aviturismo. La normativa declara al país como territorio estratégico para la conservación y el avistamiento de aves, consolidando el mensaje "Colombia, país de las aves".
¿Qué es el aviturismo?
El aviturismo, definido como la práctica de observar e identificar aves en su hábitat natural o en sitios transformados para fines recreacionales, educativos o científicos, se presenta no solo como una actividad que fomenta el contacto con la naturaleza, sino también como una herramienta clave para la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible de las comunidades locales. La ley enfatiza que esta actividad debe realizarse sin capturar ni manipular las aves, garantizando así su protección y bienestar.
La normativa establece la creación de la Mesa Intersectorial Nacional de Turismo de Aves, liderada por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, e integrada por diversas entidades nacionales como el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Parques Nacionales Naturales, Procolombia, el Instituto de Investigaciones Marino Costeras "José Benito Vives de Andreis" y varios centros de investigación ambiental. Esta mesa tiene la responsabilidad de articular esfuerzos para implementar una política responsable de turismo de aves en el país, reuniéndose al menos dos veces al año para coordinar sus acciones.
Aviturismo en Santa Marta
El aviturismo es una de las actividades que emerge en Santa Marta, teniendo sectores como Minca, Parque Nacional Tayrona y la Sierra Nevada, que destacan como uno de los principales destinos para el avistamiento de aves, atrayendo a turistas y científicos interesados en la rica biodiversidad de la región. Sin embargo, el crecimiento descontrolado y la expansión urbana, amenazan estos valiosos ecosistemas.
La promoción de este tipo actividad turística pone en manifiesto la necesidad de que el Distrito de Santa Marta y el departamento del Magdalena consideren la implementación de un Plan de Ordenamiento Territorial ‘Especial’ para las áreas protegidas como el Parque Nacional Natural Tayrona, el Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta y el Vía Parque Isla de Salamanca, aras de garantizar la conservación de estos espacios naturales y promover un desarrollo sostenible.
La Ley 2373 representa un paso significativo hacia la protección de la biodiversidad y el desarrollo rural en Colombia. Su éxito dependerá de la colaboración entre las autoridades, las comunidades locales y los actores del sector turístico, quienes deben trabajar juntos para asegurar que el aviturismo se convierta en una herramienta efectiva de conservación y desarrollo sostenible.