En su encuentro con 160 niños este 4 de junio en el Vaticano, el Papa Francisco recibió una curiosa pregunta: “¿Es cansado ser Papa?”.
La pregunta se la hizo la pequeña Caterina Lastorza, que participó en el “Tren de los Niños”, una iniciativa del “Atrio de los Gentiles”.
El Papa Francisco le dijo a Caterina que “en la vida, siempre hay momentos de cansancio. Cada oficio, cada trabajo que asumimos siempre tiene una parte de esfuerzo”.
“Es duro estudiar, por ejemplo, es duro hacer este oficio, ese otro, ese otro, ese servicio... Y el Papa también tiene sus propios esfuerzos, ¿no?”, continuó.
El Santo Padre “el camino para soportar las fatigas debe ser un camino normal, como toda persona: cada uno trae sus propias fatigas; y resuelve las fatigas de manera humana, de manera normal”.
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“Pero si me preguntas: ¿es mucho más agotador que el trabajo de un padre y una madre? No, no. Dios da la fuerza para llevar sus propios trabajos a cada uno de nosotros”.
“Pero hay que hacerlo con honestidad, sinceridad y trabajo, como papá y mamá llevan adelante el trabajo de papá y mamá. ¿Entendiste?”, respondió el Santo Padre.
Otro niño, Edgar Murario, le preguntó al Santo Padre “¿cómo se siente ser Papa?”.
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El Papa Francisco le indicó al pequeño que “lo importante, en cualquier trabajo en el que te ponga la vida, es que no dejes de ser tú, con personalidad propia”.
“Si una persona, para entrar en un lugar, o si la vida la ha puesto en ese lugar, cambia de personalidad, es una persona artificial, y en esto se pierde. Siempre debemos sentir las cosas como vienen, con autenticidad: nunca, nunca disfrazar los sentimientos”, expresó.
