Eli Khayat, miembro del Comité de Expertos Internacionales conformado por Colombia ante la emergencia por la presencia del Fusarium Raza 4 Tropical en los cultivos de banano, aseguró que hay alternativas para contener la enfermedad y producir con variedades resistentes a la plaga.
Por: Daniela A. García G.
Redacción EL INFORMADOR
El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, declaró la semana pasada una “emergencia nacional” por la presencia del ‘Mal de Panamá’ en cuatro fincas bananeras de La Guajira.
Se trata de una enfermedad provocada por el hongo Fusarium Raza 4 Tropical, Foc R4T, que ataca las raíces de algunas variedades de banano. La resistencia del hongo a los fungicidas ha hecho que esta sea la mayor plaga en la historia del banano.
Ante la emergencia, Colombia conformó un Comité de Expertos Internacionales, el cual aporta recomendaciones para contener la propagación de la enfermedad y evaluar alternativas para los productores.
El investigador Eli Khayat, profesor de la Universidad Hebrea en Jerusalén y director científico de la empresa de biotecnología agrícola Rahan Meristem, es uno de los expertos que participa en el comité.
Khayat sostuvo reuniones este martes y miércoles en Santa Marta con representantes del Instituto Colombiano Agropecuario, ICA; Corporación Colombiana de Investigaciones Agropecuarias, Agrosavia; Ministerio de Agricultura; Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira, Asbama; y Bananeros Asociados de Santa Marta, Banasán; en las que expuso los resultados de sus investigaciones: una variedad de banano Cavendish que sería resistente a la enfermedad.
La propuesta del científico no solo es considerada por las autoridades y productores de Colombia, sino también de Ecuador y Costa Rica, como alternativa para mantener la producción de la fruta pese a la aparición del hongo.
En entrevista con EL INFORMADOR, el científico aseguró que el ‘Mal del Panamá’ no implica la desaparición de los cultivos de la fruta. “Por la noticia de la presencia de la enfermedad se ha creado una especie de pánico, pero el banano no va a desaparecer”, aseguró.
Khayat estuvo en Santa Marta exponiendo los resultados de sus investigaciones en compañía de Ron Diner, gerente general de la empresa israelí Rahan Meristem; Yanai Nir, gerente de Meristemos Colombia, la unidad de la compañía en el país; y Alejandro Palacio, representante de la firma en el Magdalena.
EL INFORMADOR (EI): ¿Qué es el Fusarium Raza 4?
Eli Khayat (EK): “Es un hongo que afecta a varios cultivos, entre ellos los de banano. Hace varios años hubo un Fusarium Raza 1, que arrasó con la variedad de banano Gros Michel y acabó con ella, pero se logró seguir cultivando la variedad Cavendish, porque era resistente a esa raza. Con el tiempo ha aparecido una variación del Fusarium, llamado Raza 4, pero el Cavendish ya no es resistente y ese es el problema. No hay cómo combatir ese hongo”.
EI: ¿Qué efecto causa el hongo en los cultivos de banano?
EK: “Afecta la capacidad de las plantas de absorber el agua del suelo, por lo tanto se secan y mueren. Si la infección afecta una gran área, toda la plantación eventualmente morirá”.
EI: ¿Una vez que ha aparecido el hongo no puede atacarse o eliminarse?
EK: “Se trata de una enfermedad que está en el suelo. Las esporas de ese hongo penetran hasta dos metros y medio de profundidad, persisten ahí hasta 40 años y son resistentes a químicos”.
EI: ¿Cuáles son las alternativas que ustedes les plantean a productores y autoridades ante la presencia del hongo en el país?
EK: “Hay varias alternativas para poder convivir con la enfermedad. En el corto plazo lo primero es implementar un proceso de bioseguridad, un protocolo para prevenir la entrada de esa enfermedad a las fincas. Esos procesos han sido elaborados por países que ya tienen la enfermedad y que han aprendido a vivir con ella para poder seguir cultivando”.
EI: ¿En qué consisten esos procesos de bioseguridad?
EK: “La infección o propagación del hongo puede ocurrir por el agua, por las personas, por los animales e incluso por las maquinarias. Por ejemplo, si un animal camina por donde está el hongo, puede propagarlo hacia otra área. Los procesos de bioseguridad desinfectan para prevenir la entrada del hongo por personas, vehículos, herramientas o animales”
EI: ¿Y a largo plazo?
“A largo plazo la solución está en utilizar variedades de banano Cavendish que sean productivas pero también resistentes al hongo”.
EI: ¿Específicamente en que se ha centrado su investigación?
EK: “Nuestra investigación se ha centrado en buscar una variedad de banano que sea resistente al hongo, pero también productiva. La resistencia se logró en condiciones de laboratorio y de ahí se sacó la planta a un campo infectado con Fusarium para ver cómo se comportaba y cómo era la productividad, ese estudio está en la fase final en Filipinas. Todo indica que la productividad no ha cambiado, no es diferente a la de cualquier otra variedad ya existente”.
EI: ¿Es posible que los productores colombianos tengan acceso a ella?
EK: “En el departamento de investigación de la empresa venimos trabajando desde hace cuatro años en este tema y hemos desarrollado una variedad de banano que es resistente a la enfermedad. Pero hay un detalle: la regulación fitosanitaria colombiana no permite la entrada de ese material, que se ha desarrollado en un campo infectado por fusarium en Filipinas. Hace falta que las autoridades, ICA y Ministerio de Agricultura, hagan un protocolo que permita la importación de ese material in vitro, para que así los agricultores colombianos tengan acceso a esa variedad. Sin embargo, una vez introducido el material, el proceso será lento, porque producir cantidades de esa planta puede durar al menos tres años”.
EI: ¿La presencia del hongo implica la sustitución de todos los cultivos de banano?
EK: “Mientras mejor se implementen los protocolos de seguridad, menor será la propagación.
Con los protocolos de bioseguridad la aparición de la enfermedad en otras fincas será más lenta. En tres años, por ejemplo, no se tendrán plantas para reemplazar todos los cultivos de banano. Esta es una respuesta para cultivar en las áreas donde esté la enfermedad.
Por ejemplo, si en la finca de al lado no hay presencia del hongo, no hay por qué sustituir las plantas. Lo que permite esta variedad es seguir cultivando banano en un campo en el que la enfermedad exista”.
EI: ¿Cuál es su mensaje a autoridades y productores?
EK: “Lo más importante es que productores, autoridades, investigadores y universidades trabajen en un mismo sentido: la seguridad en la producción de banano en Colombia. Si la enfermedad se propaga en un área muy grande, no habrá la cantidad de plantas disponibles para sustituir al mismo tiempo. Hay que trabajar unidos para implementar los procesos de bioseguridad y para que exista una apertura que permita contar con el material in vitro en el país”.
EI: ¿Cuál ha sido la reacción de autoridades y productores tras las reuniones que han sostenido?
EK: “La impresión es que todos están de acuerdo en que hay que traer el material de forma rápida y segura. Hay que trabajar para activar un protocolo de importación de forma segura de ese material, que una vez en el territorio debe entrar en cuarentena y estar bajo vigilancia (…) Ante esta situación es importante tomar decisiones y medidas basadas en la ciencia, y no en el pánico que ha generado la noticia de la presencia del hongo.
Hay países con Fusarium que siguen cultivando, como Filipinas, donde no solo aumentó la producción, sino la exportación del banano. ¿Cómo lo hicieron? Acudiendo a la ciencia y con métodos de bioseguridad. Es importante aclarar que el banano no va a desaparecer, que hay soluciones de resistencia”.
EI: ¿Hay alguna otra alternativa?
EK: “Hay otra opción que son clones modificados genéticamente, es decir, hacer clones resistentes a esa enfermedad, pero el proceso de modificación genética no es aceptable en el público, esa fruta no es comercial, pero es una posibilidad que existe”.
¿Qué es Rahan Meristem?
Rahan Meristem es una empresa de biotecnología agrícola con más de 30 años de experiencia en la propagación y reproducción de plantas. La compañía produce millones de plantas cada año y exporta a más de 20 países en todo el mundo.
La empresa tiene sede en Israel, con unidades de producción en Colombia, Filipinas, Ecuador y Costa Rica, con proyecciones a expandirse también hacia África.
La unidad en Colombia está en Rio Negro, llamada Meristemos Colombia.
“Mientras mejor se implementen los protocolos de seguridad, menor será la propagación del Fusarium”