Luego de una tarde lluviosa, Santa Marta sorprende a los samarios con un atardecer lleno de colores, donde la paz y la tranquilidad hacen parte de él.
Desde la Bahía más linda de América se puede observar la maravilla que trae la Perla todos los días, donde el mar, el morro y las embarcaciones, hacen el momento mágico.Un magnífico plan.
La ciudad dos veces Santa, encanta a los samarios y visitantes por su historia, su cultura y por supuesto los atardeceres que la embellecen más.