Hoy, día Internacional del Abogado

El 3 de febrero se conmemora internacionalmente el día del abogado, profesión que contribuye a la protección de intereses de los ciudadanos.

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Una fecha para reconocer el trabajo estos profesionales del Derecho que realizan con vocación y servicio.

En homenaje al Jurista Argentino del siglo IXX, Juan Bautista Alberdi, el 3 de febrero se celebra el Día Internacional del Abogado, con el fin de reconocer la labor de los hombres y mujeres de leyes que trabajan para contribuir a una sociedad más justa. 

Abogado viene del latín “ad vocatus” (advocare), que significa llamar, el abogado está llamado a representar a otro, asumiendo su defensa y protegiendo sus intereses. Esta profesión se conmemora en fechas distintas en cada país.

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Por ejemplo, México, lo celebra el 12 de julio desde 1960, pero en el año 1553, fue dictada la primera cátedra de Derecho en México y América Latina en la Universidad Nacional Autónoma de México, a cargo del licenciado Bartolomé Frías y Albornoz. 

En Colombia se celebra todos los años el 22 de junio en conmemoración al José Cristóbal Hurtado de Mendoza y Montilla, un venezolano que fue el primer presidente de Venezuela tras la declaración de independencia. Recordemos que en Colombia hay una cantidad considerable de abogados, resultando ser el segundo país en América Latina que cuenta con más profesionales en Derecho.

Internacionalmente se escogió el tercer día de febrero para hacer honor a los profesionales que buscan ejercer la defensa jurídica de las personas en los procesos judiciales y administrativos que lo ameriten; así como quien asesora y da consejo en procesos legales. 

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Por otro lado, hacemos referencia al origen de esta abogacía, el cual, se asciende a la Antigua Grecia cuando oradores se reunían en plazas públicas para llevar a cabo diálogos referentes a la política y la sociedad, resaltando que este tipo de acciones estaban prohibidas, ya que la Ley decía que los ciudadanos "no podían opinar temas que eran decisión de los reyes". Así mismo, hasta la Antigua Roma fue que decidieron anunciar oficialmente la abogacía como una profesión en la que únicamente los hombres podían ejercer, las mujeres lo tenían rotundamente prohibido.





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