La reconocida emprendedora y pionera del turismo en Santa Marta falleció a los 98 años.
Julita comenzó su carrera como distribuidora de Pepsi-Cola, conduciendo un camión Ford 350, y se ganó el apodo de "Julita Pepsi-Cola" por su labor en la región. Rompió barreras de género al hacerse notar en el gremio de los choferes, ganándose el respeto de la comunidad.
A lo largo de su vida, transformó su camión en un bus turístico, conocido como "Mi Ranchito", que operó desde 1959, facilitando el acceso de turistas y locales a las playas de Santa Marta y el Rodadero. Su visión empresarial la llevó a abrir un restaurante de pescados y mariscos en la zona, que se convirtió en un punto de encuentro para visitantes y celebridades.
Julita también destacó como formadora de guías turísticos y contribuyó significativamente a la promoción de la imagen de Santa Marta a nivel internacional. En 1992, fue condecorada en la feria mundial de turismo FITUR en España, un reconocimiento que la distingue como la única en su campo en la región.
Su familia expresa su agradecimiento por los gestos de solidaridad recibidos durante su delicado estado de salud.
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