La universidad, una escuela para la vida

Aula Universitaria
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Los estudios universitarios para algunos son una imposición social y familiar. Sin embargo, se convierten en una herramienta que permitirá al individuo crecer profesional y personalmente.

A la universidad se va a muchas cosas y de hecho entendiendo la etapa de la vida en la que entran normalmente los adolescentes, entre los 15-17 hasta los 20 años, ellos están en una etapa transitoria, en la que se están haciendo preguntas sobre la existencia, sobre la vida, sobre lo que quiere ser, de lo que le gusta ser, pero no de la vocación. Entonces, es allí cuando entra con un sinnúmero de preguntas, una de ellas es si ¿Realmente esta será la carrera que lo va a llevar al éxito?

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Sobre el tema, la directora de Desarrollo Estudiantil de la Universidad del Magdalena, Jeimmy Polo Rojas, hizo referencia y aseguró que la universidad es el momento para profundizar en lo que realmente le interesa a la persona y en lo que quiere ser para el futuro.

“Inicialmente uno quiere entrar a la universidad a ser profesional, pero tiene unas responsabilidades al lado que no se lo dicen a uno. Uno a la universidad también viene a ser mejor persona, en la universidad te educan para la vida y en ese sentido también te están enseñando a ser un profesional ético e idóneo", dijo Polo.

Jeimmy Polo Rojas, directora de  Desarrollo Estudiantil de la  Universidad del  Magdalena.
Jeimmy Polo Rojas, directora de Desarrollo Estudiantil de la Universidad del Magdalena.

¿A qué se va a la universidad?

Según la directora de Desarrollo Estudiantil, la respuesta a esta incógnita no gira en una sola dirección ya que va de acuerdo con las necesidades de cada ser humano. “Si yo entro teniendo pleno convencimiento de qué quiero estudiar, qué quiero ser y eso va en coherencia con mi vocación y mi profesión, seguramente va a ser un camino exitoso. Si yo entro muy perdido, lo que es usual, porque es una edad muy difícil, es posible que esa maleta tenga un montón de tropiezos y que la llegada al final no me dure cinco años, sino que demore diez, 15, 20 años mientras encuentro el rumbo de la existencia”.

El enfoque

El aspirante a una universidad debe estar muy cimentado en qué quiere ser y cómo lo quiere lograr. Porque el resto se va aprendiendo en el camino.
“Si yo estoy segura de que quiero ser psicóloga, debo entrar con mucha disciplina y con muchas ganas de aprender, porque todo lo que me van a decir es nuevo, con muchísimo deseo de aprender lo que siente que va a costar trabajo, enfrentarse a asignaturas desconocidas, quitar los miedos y estar en una apertura para aprender eso que siente que va a ser difícil y por último, a esa disciplina con la que se empieza hay que ponerle mucho amor. Cuando uno ama lo que quiere hacer, lo que hace, el camino se hace más liviano. No hay una fórmula mágica, hay un sinnúmero de pasos que van marcando el camino y hay sinnúmero de acciones que se recomienda a los universitarios para poder salir adelante”.

Consejos

1. Perder el miedo

No les de miedo preguntar, que lleguen con el corazón dispuesto, pero también con ansias de comerse al mundo en conocimiento. No les de miedo explorar.

2. Aprovechar a los profesores

Encontrar referencias en los profesores para llegar hasta allá. Aprovechar a esos docentes y personas que pueden ayudar en el camino.

3. Ser resilientes

Actualmente hay una nostalgia por no poder ir al campus, sentarse a tomar un café, ir a la biblioteca.

4. Identificar la red de apoyo y escoger muy bien a los amigos

Uno no puede tener de amigo a cualquier persona. Hay jóvenes que van a la universidad a 'pasarla bien', sin importar lo académico. Hay otros que vienen muy concienzudos. Por eso es importante saber escoger a los amigos para hacer de ellos los mejores compañeros del camino.

Primer semestre virtual

Todas las universidades están haciendo un gran esfuerzo. La Universidad del Magdalena lleva un año y medio esforzándose, siendo resiliente, más novedosos, hemos intentado que todas las plataformas digitales conserven ese sentido de lo humano que tiene la universidad como factor diferencial. De hacer sentir a sus estudiantes que están en casa.

“Yo creo que hay que empezar a ver este proceso no como una normalidad sino como parte de la historia que más adelante podamos contar y ser muy agradecidos con lo que estamos haciendo hoy. Esta pandemia, esta enfermedad no tiene distinción, de edad, de sexo, ni raza”.

Mensaje de esperanza

“Luchen por lo que quieren ser, amen lo que quieren ser. No hay nada más desalentador que encontrar un profesional frustrado y que diga yo estudié tal carrera porque me obligaron y no porque sea feliz, que ojalá encuentren en esta búsqueda de profesión una armonía entre vocación y profesión y sean felices en lo que hayan elegido ser. Que esa elección haga que los conduzca a ser profesionales, les permita servirles a los otros, de nada sirve tener un profesional exitoso sino es en beneficio de la comunidad y esto no es una frase de reina, es una cosa real. El mundo necesita gente que tenga un corazón que quiera transformar distintas realidades desde lo que hacemos, desde la educación, la ingeniería, el derecho, etc”.