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Cuidado con la Otitis

Revista Ámbar
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Con la llegada del calor, el ritmo de vida cambia: apetece darse un baño en la playa o en la piscina, irse de viaje, entre otras actividades recreativas. Estas situaciones pueden alterar la salud de los oídos por la exposición al agua, al calor, al aire o a la excesiva presión cuando se viaja en avión.

La época de fin e inicio de año es de mucha actividad, se pasa más tiempo al aire libre, se disfruta de un baño en la playa o la piscina y se viaja más y según los estudios un 12,5% de la población dice haber padecido en algún momento de su vida algún trastorno auditivo.

Según la doctora Beatriz García, el más frecuente es la otitis, una situación que aumenta considerablemente en verano con la temporada de playa y piscina. El agua, la humedad y las altas temperaturas hacen más probable que gérmenes y bacterias se instalen en nuestros oídos provocando infecciones.

"Junto a la otitis, la cistitis es otra de las infecciones del verano. Para combatirla se recomienda aumentar la ingesta de líquido, no permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado, tener una correcta higiene genital y orinar cada dos o tres horas", dijo.

Hay que diferenciar muy bien la otitis del invierno, que son catarrales o a consecuencia de una gripe, de la otitis del verano. La otitis del verano se deben casi siempre al contacto con el agua. El ser humano no está preparado para estar muchas horas en contacto con el agua. La humedad es la responsable que aparezcan los problemas de otitis externa en la piel del oído.

No se debe limitar la actividad acuática y menos en los niños sino que existen otras posibilidades de prevención. Una más clásica es la utilización de tampones y la otra es utilizar gotas en el oído. Concretamente, consiste en aplicar dos ó tres gotas en el oído de ácido acético al 2% cada noche que se ha bañado en el mar o en la piscina. En niños se recomiendan más las gotas que los tampones. Se aconseja aplicar estas gotas cuando se baña más de dos veces por semana.

Para disfrutar de estas vacaciones sin tener que preocuparte y evitar cualquier molestia auditiva, existen siete claves para que los oídos de toda la familia se mantengan a salvo durante todo el verano:

-Evita nadar en playas con aguas poco saludables ya que el agua contaminada contiene cientos de bacterias y gérmenes que pueden dañar tus oídos produciendo lesiones severas.

-No uses bastoncillos o elementos punzantes para limpiar tus oídos ya que dificultan el sistema natural de limpieza que tiene el oído provocando obstrucciones.

-Sécate los oídos después de cada baño para evitar la humedad en el conducto auditivo, que puede generar tapones de agua o infecciones por hongos o bacterias.

-Zambúllete despacio. La presión del agua cuando son profundas puede causar daños auditivos además de facilitar la entrada de infecciones.

-Usa protectores auditivos de baño preferiblemente de material flexible, ligero e hipoalergénico. De esta manera protegerás tu audición y evitarás los contagios y la producción de tapones.

-Si viajas en avión ten cuidado con la presión que sufren los oídos en el despegue y el aterrizaje. Se recomienda bostezar, respirar aire por la nariz o mascar chicle. Si la molestia persistiera tras las primeras 48 horas, se debe acudir a un especialista.

Y ten cuidado con las corrientes de aire en el auto. Viajar con la ventanilla bajada incrementa el riesgo de padecer infecciones, debido al exceso de aire que entra en el conducto auditivo.





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