El presidente Juan Manuel Santos, ya está por su tercer año de mandato. Las encuestas contratadas por diferentes medios le dan una aprobación superior al 50 por ciento. Algo que de seguro lo alienta y llena de felicidad, pues no la tuvo fácil en esos días, por los diferentes paros que se anunciaron y por el tema del Catatumbo.
Se le ha criticado al presidente su supuesta pasividad, su supuesta lejanía con el pueblo. Parte de los ciudadanos perciben que la nación salió de control, el hecho de los paros, lo afectó mucho, aunque ya las manifestaciones de inconformidad venían desde los tiempos de Uribe, cuando se agudizaron las políticas neoliberales y el exmandatario paisa entregaba títulos mineros a las grandes transnacionales. Súmele las firmas de muchos Tratados de Libre Comercio, muchos ya venían comprometidos, lo cual dejaría en la quiebra a muchos empresarios.
Al presiente Santos le ha tocado bailar con la más fea. Pero no cambia su actitud y compromiso político al vaivén de las encuestas o las exigencias del empresariado.
A mí sí me gusta Santos. Su política exterior es formidable. Sus gestos de paz lo añoramos millones de colombianos, que no queremos más guerra ni más bala para la gente del pueblo. Y su prudencia a la hora de enfrentar todo tipo de manifestaciones bien sea por los paros, bien sea por los diálogos en La Habana o bien sea por el tema marítimo con Nicaragua, lo que ha logrado es mostrar su imagen de estadista, ese que no grita sino que escucha. En fin los ciudadanos tendrán en un año la oportunidad de analizar sus propuestas y si deciden con su voto permitirle su reelección.
Mi Ñapa: Muy mediático es el actual Papa. Se parece mucho en ese tema a Juan Pablo II. Más bien los medios deben de preguntarse por qué su silencio durante la dictadura argentina.