Petro en el pandemonio

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

Fuad Chacón Tapias

Fuad Chacón Tapias

Columna: Opinión

e-mail: fuad.chacon@hotmail.com



La política es un juego de estrategia que encuentra su mejor método de análisis cuando la comparamos con el ajedrez. No hay que confiarse con ningún movimiento del contendor, pues hasta el más inocente e inofensivo podría ser la coartada perfecta para un ataque sorpresivo que dé fin a la partida.

Por desgracia para Gustavo Petro, subestimar a su rival siempre se le ha dado bien, aunque seguramente no lo hace a propósito, es un mecanismo de defensa natural que despliega la arrogancia que le asiste. Así pues, el alcalde no escuchó las voces solitarias que trataron de demostrarle lo equivocado que estaba y por eso hoy pasa lo que pasa: La Procuraduría y la revocatoria coronaron sus silenciosos peones hasta convertirlos en poderosas piezas que lo tienen en jaque.

Miguel Gómez no es santo de mi devoción, ni votaría por él bajo ningún escenario hipotético, pero fue el único que reunió el reclamo popular de esa mayoría inconforme y lo enfocó en un mecanismo totalmente constitucional, como lo es la revocatoria de mandato. Que está sacando réditos políticos con esto, de eso no cabe duda, pero alguien tenía que ponerle freno a este caos. Cuando nadie daba un peso esperanzador por el proceso, hoy muchos le apuestan a un posible éxito, lo que marcaría un hito en la historia política de nuestro país. Aunque es difícil que alcance el umbral necesario, no sobra intentarlo. Si la democracia subió a Petro hasta el timón del Palacio de Liévano, la democracia misma puede bajarlo.

Por otro lado, la Procuraduría abrió pliego de cargos contra el alcalde por el recordado episodio de las basuras. Aquel maratón de incompetencia administrativa que durante tres días padeció la ciudad. La hora más fétida de la capital podría ser el palo en las ruedas que vuelque el carruaje presidencialista en el que Petro se ha montado. Aunque no sería conveniente, pues de ser derrotado en el escritorio, Petro saldrá fortalecido como un mártir, mientras que si es doblegado en las urnas, no podrá usar al pueblo para culpar al pueblo mismo como excusa. Dos frentes de guerra que el alcalde abrió por su testarudez característica.

El contraataque ya está más que cantado, esgrimirá su ideología de izquierda como la causa y evocará los fantasmas de las "mafias", los "carteles" y los "amigos de la corrupción" que tanto le persiguen. Pero jamás mirará para adentro y admitirá que las buenas intenciones que trae se ven opacadas por su orgullo, el que lo tiene metido hasta el cuello en un pandemonio del que difícilmente se logrará zafar esta vez.

No pertenezco a ninguno de los clubes del mal que él aduce, pero como ciudadano saldré a votar por revocar a Gustavo Petro porque me parece un pésimo burgomaestre y punto.

Obiter Dictum: Llegó el Día D para las uniones solemnes entre parejas del mismo sexo en todas las notarías del país y no se acabó el mundo ¿Si ven que no era tan grave? Es que hay gente que le gusta hacer mucha alharaca por pequeñeces.