Escrito por:
José Vanegas Mejía
Columna: Acotaciones de los Viernes
e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es
El 18 de agosto de 2024 falleció en Douchy-Montcorbon, Francia, una de las icónicas luminarias que resplandecieron en el cine francés. Con Jean-Paul Belmondo, Charles Aznavour, Maurice Chevalier y otros pocos, Alain Delon reinó en las pantallas durante gran parte del siglo pasado y extendió su fama hasta nuestros días. Su nombre completo era Alain-Fabien-Maurice-Marcel Delon Arnold. Nació en Sceux, Francia, el 8 de noviembre de 1935.
Parece que, en un comienzo, a Delon la actuación en el cine no le llamaba la atención. Su aparición en ese ambiente fue casi accidental. Contaba que mientras acompañaba a un amigo para una prueba, una señora le propuso que se dedicara al cine, pues su ‘estampa’ lo favorecía. Así, pues, podemos afirmar que por casualidad aterrizó en el medio que lo rodearía toda la vida. En otra ocasión, el actor afirmó que en una reunión con un director de cine, este dudaba si le daba un papel para una película. Su esposa, que desde la cocina los escuchaba, le gritó: “¡Ese chaval es perfecto!”. Se supone que la dama estaba impresionada por la presencia física de Delon, pero también por la manera como se expresaba en dicha conversación. Se dice que nunca actuaba; seguía los consejos que alguna vez le dieron: “No actúes, sé tú mismo”.
La vida de Alain Delon fue exitosa en el cine. Se le llegó a considerar “el hombre más bello del mundo”. Él sabía que poseía ese don y le sacó provecho; una extensa filmografía así lo atestigua. Siempre fue el galán en películas en las que compartió roles con las más famosas divas del cine. Podríamos destacar una extensa galería de connotadas actrices. Solo mencionaremos a unas pocas: Romy Schneider, Jane Fonda, Annie Girardot, Claudia Cardinale, Marie Laforêt, Jeanne Moreau, Simone Signoret, Catherine Deneuve…
Muchas películas de Alain Delon se convirtieron en clásicos del cine, entre ellas, ”A pleno sol” (1959), “Rocco y sus hermanos” (1960), “El eclipse” (1962), “El gatopardo” (1963), “El silencio de un hombre” (1967), “El samurai” (1967), “El otro señor Klein” (1976) y “Nuestra historia” (1984).
Aunque Alain Delon y Romy Schneider fueron amantes y filmaron juntos varias películas, el actor confesó que el amor de su vida fue la actriz Mireille D’Arc, fallecida en 2017. Se casó dos veces: con la francesa Nathalie Delon y con la holandesa Rosalie Van Bremen. Conoció a Mireille D’Arc quien era modelo y se convirtió en símbolo sexual durante el rodaje de la película “Jeff”, en 1968. Esa relación terminó en 1983, cuando Delon se unió a la actriz Anne Parillaud, treinta años menor que él. Se habían conocido en la filmación de “Pour la paeu d’un flic” (“Por la piel de un policía”). Estuvo ligado a Romy Schneider desde 1958, cuando filmaban “Cristina”. Romy fue la famosa Sissi en una serie de películas. Se separó de ella para unirse a la actriz Nathalie Barthélémy. Sin embargo, Alain y Romy siguieron siendo amigos. Después filmaron “La piscina”, en 1959.
La vida de Alain Delon, como la de todo personaje famoso en la farándula, estuvo expuesta al escrutinio público. Al margen del reconocimiento que el mundo ha hecho a la trayectoria de Alain Delon como estrella de cine, circularon versiones en contra de su comportamiento como persona. Muchos lo consideran misógino; otros, homófobo. En algunas de sus declaraciones afirmó que todo hombre ha golpeado a su mujer en algún momento.
Sus posiciones radicales contra el homosexualismo y su aceptación del maltrato a la mujer, le crearon un ambiente hostil entre gran parte de la sociedad. Ese rechazo se vio reflejado durante el sepelio del actor. Muchos franceses protestaron por los homenajes que el gobierno francés ofreció a Delon. Sin embargo, nadie pudo negar que se trataba de un reconocimiento merecido. Las palabras del presidente Emmanuel Macron condensaron el sentimiento de gratitud y aprecio hacia el famoso actor: «De “El otro señor Klein” a “Rocco”, de “El gatopardo” a “El silencio de un hombre”, Alain Delon ha interpretado papeles legendarios. Prestó su rostro inolvidable para dar un vuelco a nuestras vidas. Melancólico, popular, reservado, era más que una estrella: era un monumento francés».
Hoy, millones de mujeres en el mundo no ocultan su pesar por la muerte de su amor platónico.