Inicio el 2024, cargado de retos para el Gobierno Nacional, y para los nuevos mandatarios regionales. Los incendios forestales por la temporada de sequía producto del Fenómeno del Niño están arrasando hectáreas de bosque en el territorio colombiano. Son altos los niveles de riesgos; 121 en amarilla, 245 en naranja y 586 municipios en alerta roja. En lo corrido del año se han presentado más de 300 incendios, de acuerdo a información suministrada por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD).
La capacidad de respuesta de los cuerpos de bomberos se ha puesto a prueba para apagar las llamas. Sin embargo, no todos los municipios cuentan con bomberos voluntarios o que hagan parte de las alcaldías, lo que se convierte en obstáculo al momento de presentarse una emergencia que requiera su intervención para prevenir que los incendios se expandan y alcancen grandes alturas rápidamente.
Dentro de los pronósticos realizados desde el año anterior por diferentes entidades, la Región Caribe será una de las que se verá más afectada. Las consecuencias por variabilidad del clima son más notorias en las zonas rurales, donde persisten los problemas con los sistemas de acueductos, las poblaciones recurren a los afluentes para abastecerse de agua y poder realizar sus labores cotidianas.
Los incendios forestales generan impactos de tipo ambiental, económico, social y en la salud de las personas por la contaminación del aire. No será tarea fácil cuantificar el daño y las pérdidas en los ecosistemas por todas las especies animales y vegetales que están siendo devastadas. Deben ser oportunas, efectivas las medidas para minimizar los riesgos de conflagraciones en los puntos críticos que han sido identificados a través de tecnología satelital, la situación se puede volver difícil de controlar.
El Ministerio de Ambiente les solicitó a los gobernadores y alcaldes la elaboración y entrega de planes de contingencia para hacerle frente al fenómeno del niño, pero pocos han cumplido. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) no ha dejado de lanzar advertencias sobre el aumento en la temperatura en varias ciudades; Santa Marta con 36.9°C, hace parte de los territorios que rompieron récords en temperaturas registradas durante el mes de enero.
El apoyo de la comunidad internacional y las Naciones Unidas es necesario para combatir los incendios y la crisis climática. Hace bien el presidente Petro en solicitar ayuda a países que cuentan con personal, recursos y equipos especializados empleados para extinguir y aplacar incendios. La situación que se vive deja ver que existieron fallas en la planeación para hacerle frente al Fenómeno del Niño.