Santa Marta: ¿El camino hacia convertirse en una zona azul?

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Escrito por:

Jose Antonio Cortés

Jose Antonio Cortés

Columna: Palabras más, Palabras menos

e-mail: tandemcomunicacionfutura@gmail.com


Santa Marta, la perla del Caribe colombiano, se asoma a la posibilidad de convertirse en una "Zona Azul", esas regiones del mundo donde la longevidad y la calidad de vida son excepcionales.  Mirando las lecciones aprendidas de otras ‘blue zones’, ¿qué elementos cruciales podría cultivar esta ciudad para embarcarse en este viaje hacia el bienestar duradero?

Las Zonas Azules conocidas, como Okinawa en Japón o la Península de Nicoya en Costa Rica, comparten características comunes que contribuyen a la longevidad y al bienestar de sus habitantes.   Estos elementos pueden arrojar luz sobre cómo la capital del departamento del Magdalena podría trazar su propio camino hacia convertirse en un enclave de vida duradera.

Estilo de Vida Activo, Alimentación Saludable, Comunidad y Vínculos Sociales, Acceso a la Naturaleza, Sentido de Propósito y Mentalidad Positiva son componentes esenciales que otras regiones longevas han cultivado con éxito. Santa Marta, con su rica cultura y fuerte identidad comunitaria, ya tiene una base sólida. Cultivar aún más estos lazos sociales puede ser vital. 

Si bien la capital magdalenense presenta elementos prometedores, no se puede ignorar la necesidad de abordar desafíos significativos. La accesibilidad a la atención médica y la educación sobre la importancia de los hábitos de vida saludables son áreas críticas que necesitan atención.  La longevidad, señalan los expertos, no es solo genética; es el resultado de un conjunto de factores que van desde la dieta hasta las relaciones sociales.  Nuestra ciudad tiene el potencial de convertirse en un escenario de bienestar extendido si aborda estos factores de manera integral.

La sensación de propósito y conexión con algo más grande que uno mismo es un componente común en las localidades centenarias.  La samaria, con su historia rica y su tejido cultural, puede fortalecer este sentido de pertenencia y propósito.  Incentivar actividades que promuevan la conexión cultural y la contribución a la comunidad podría ser esencial.   Otras Zonas Azules a menudo están rodeadas de entornos naturales prístinos.  Nuestra región, con su ubicación junto al Mar Caribe y la Sierra Nevada, tiene la ventaja de ofrecer un entorno natural que promueve la tranquilidad y la conexión con la naturaleza. 

En la búsqueda de respuestas, las palabras de Dan Buettner, quien ha dedicado su carrera a estudiar los epicentros de bienestar duradero, resuenan: "La longevidad no es solo acerca de vivir más tiempo; es sobre vivir mejor".  Esta capital, con su mezcla única de elementos culturales, climáticos y sociales, está en una posición privilegiada para ofrecer no solo años adicionales, sino una calidad de vida excepcional.   La región, con el apoyo de la investigación y la colaboración interdisciplinaria de instituciones educativas, entidades públicas y organizaciones de salud, podría trazar un camino hacia un futuro donde sus habitantes no solo vivan más, sino que vivan con vitalidad y propósito.

La prospectiva de Santa Marta como una potencial Zona Azul plantea interrogantes fascinantes sobre la intersección entre la cultura, el entorno y la longevidad. Si bien la ciudad enfrenta desafíos, su rica herencia y recursos naturales la posicionan como un candidato intrigante para convertirse en un modelo de bienestar y envejecimiento saludable. ¿Santa Marta, la próxima Zona Azul? La respuesta puede estar en la conjugación armoniosa de la ciencia, la cultura y el compromiso comunitario.

Comunicador corporativo.  Apasionado por los viajes, la música electrónica, la cultura glocal, la tecnología y los negocios inteligentes.