La aporofobia

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Oscar Bravo Rojas

Oscar Bravo Rojas

Columna Sociológica

e-mail: osbraro@gmail.com


“A los pobres siempre los tendréis con vosotros” Jesucristo

La palabra “aporofobia” es un neologismo acuñado por la filósofa Adela Cortina, en el año 1995 para referirse “al rechazo, aversión, temor y desprecio hacia el pobre, hacia el desamparado que, al menos en apariencia, no puede volver algo a cambio”

En el año 2017, la Real Academia Española la acuño como termino.

Aporofobia viene del griego “aporos” que significa pobre, y fobia, temor, recelo o rechazo al pobre.

La pregunta que surge es: cuál es la causa de la aporofobia? Son todas las sociedades  aporofobas?. Las personas pobres, sin recursos y sin que tengan ninguna utilidad, reciprocidad o intercambio económico, son rechazadas, porque al final no tienen nada que ofrecer, para algunos la causa principal de la aporofobia es la deshumanización, la desigualdad, la invisibilizacion del semejante, el orgullo propio de la raza humana.

Lamentablemente tenemos que reconocer que todas las sociedades de nuestra aldea global  son aporofobas, cada vez más la brecha existentes entre ricos y pobres es abismal, en una sociedad materializada, del intercambio, del dar y el recibir, los pobres marginales no tienen ninguna cabida, y por ende sufren de aporofobia.

¿Existe una posible solución a la aporofobia como fenómeno social? La misma Adela Cortina nos manifiesta que si es posible, pues el cerebro humano es plástico, es decir, podemos cambiarlo, moldearlo y transformarlo, y ella considera que la educación es un pilar fundamental para poder cambiar la desigualdad humana, la exclusión, los adultos, los jóvenes y los niños deben ser consciente de ello, es un tema que debiéramos cambiar, pues todos los seres humanos somos de un mismo tronco, somos de un mismo sentir sin distingo alguno.

El maestro y salvador del mundo, Jesucristo, dijo en una oportunidad que a los pobres siempre los tendremos con nosotros, y nuestras sociedades, especialmente las occidentales se jactan de ser cristianas, sin embargo practican la aporofobia, la acepción de personas, mostrando de esta manera lo lejos que están del sentir del Salvador, el cual nos llama a amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos, el día que pongamos en práctica estos principios, dejaremos de ser aporofobos y de hecho seremos una sociedad mejor, más incluyente y habremos alcanzado el ideal que debe tener todo ser humano, el de ser útil a su prójimo y de hecho haremos felices a los demás y nosotros seremos doblemente bendecidos.