A quiénes favorece y desfavorece la caída del dólar

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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com


A mediados del pasado año, el dólar americano tuvo un crecimiento que parecía infrenable, incluso llegó a superar la suma de los cinco mil pesos por cada dólar. Desde unas semanas a nuestros días su constante bajada ha sido bastante notable, lo que podía a llevarnos a concluir que, de seguir así, en pocas semanas podemos disfrutar de un dólar inferior a los cuatro mil pesos, es decir que en un año el dólar bajaría en algo más mil pesos colombianos.

Lo que no sabemos en concreto es que el dólar encuentra en bajada o la moneda colombiana ha encontrado un nuevo respiro para la revaluación de su moneda, como se están viendo las cosas podemos concluir que la devaluación del dólar, es la revaluación de nuestra moneda.  

El terreno que ha venido perdiendo el dólar americano respecto a las monedas emergentes, como el peso colombiano, ha sido uno de los temas de interés económico que más ha de qué hablar durante la transición en estos último tres meses. El pasado miércoles 21 de junio se cotizó en 4.164.05, y el jueves a 4.158.21, la tendencia de esta moneda seguirá bajando, hasta ahora se ha llegado a comprar dólares a un precio mínimo de 4.140 pesos por cada dólar estadounidense, es decir que nosotros los colombianos necesitamos menos pesos por comprar lo mismo, para el caso de nuestro país, factores internos en la política nacional han hecho que el mercado internacional ponga los ojos sobre el país. 

Unas de las razones por la cual el dólar está pasando en un leve decaimiento, se debe a que el país norteamericano ha entrado en una dificultad política para que le aprobaran un cupo de endeudamiento, la demora generó mucha expectativa, hasta el punto que muchos capitales salieron de este país y se refugiaron en algunos países. Unos escogieron a nuestro país, lo que ayudó a que se aumentara la inversión extranjera, entran más dólares y cuando no hay oferta, la demanda declina.

En Colombia sucede un fenómeno bastante confuso, cuando el dólar subía, el precio del petróleo remontaba, el valor de la gasolina colombiana se tornaba paralelo al precio de esta moneda, sin embargo, cuando baja el carburante conserva su precio. Todo el pueblo colombiano es testigo de que el hidrocarburo no ha frenado el alza y de igual manera sabe que la moneda patrón (Dólar) se encuentra en un leve exilio económico, sin embargo, el incremento de la gasolina cada día se niega a reducir su precio.

Cuando el dólar cae las monedas emergentes del mercado recuperan terreno, se valorizan y además, la deuda externa se disminuye permitiendo que el flujo de capitales dentro de cada país sea más dinámico.

Quiénes se perjudican con el ligero desplome de esta moneda, pueden ser las empresas exportadoras, pues recibirán menores rentas de sus envíos y podrían ver afectada su competitividad en los mercados internacionales. Mientras que los bolsillos de los importadores y consumidores se tornan favorecidos ya que la mercancía estadounidense que ingrese al país tendría mejor precio y en consecuencia sería más asequible para los compradores.